El mote que los trabajadores de la Casa Blanca le han puesto a Ivanka Trump: 'Princess Royal'

  • 'The Independent' ha publicado el mote que los asesores de la Casa Blanca usan para referirse a la hija del presidente, a la que no ven con buenos ojos.
  • Para los profesionales de la política lo que Donald Trump ha hecho, nombrando asesora a su hija y dándole un despacho en la Casa Blanca, es nepotismo.
Ivanka Trump, detrás de su padre en la cumbre del G-20.
Ivanka Trump, detrás de su padre en la cumbre del G-20.
EFE/EPA
Ivanka Trump, detrás de su padre en la cumbre del G-20.

La hija del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha ocupado un papel sumamente extraño en el gabinete de su padre. La figura de Ivanka Trump, hija del presidente, que no es miembro del partido ni tiene un cargo electo, molesta y genera burlas a partes iguales en la Casa Blanca.

Hasta tal punto es así que el diario The Independent ha publicado el mote que los trabajadores y asesores de la Casa Blanca usan para referirse a la hija del presidente: Princess Royal (Princesa Real), siempre a sus espaldas, claro.

Para los profesionales de la política lo que Donald Trump ha hecho nombrando asesora a su hija y dándole incluso un despacho en el ala oeste de la Casa Blanca es nepotismo, o lo que es lo mismo, tener un trato de favor hacia familiares o amigos, a los que, sólo por el hecho de serlo, se les otorgan cargos públicos.

Porque, no sólo Ivanka Trump trabaja (aunque oficialmente no tiene cargo oficial ni salario) en el gabinete del llamado hombre más poderoso del mundo, su marido, Jared Kushner, trabaja también como asesor del presidente y es un habitual en el Despacho Oval.

Con el ejército de profesionales que acompañan a Trump a cualquier acto oficial entre cargos públicos electos, miembros de su gabinete con años de experiencia, subordinados y otros empleos, él eligió a su hija para que se sentara en su silla y representara a los Estados Unidos en la última cumbre del G2o, cuando el propio Donald Trump tuvo que salir de la sala para acudir a otras reuniones.

Allí estaba Ivanka Trump, sentada entre entre la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, y el presidente de China, Xi Jinping. Este gesto, y aunque Ivanka no tomó la palabra, su elección enfadó notablemente al resto de la delegación de Estados Unidos.

The Independent aseguraba sobre este asunto que en Washington el sentimiento acerca de la "Princess Royal" es de hastío y que los expertos calculan que no durarán más de un año dentro de la Casa Blanca. "No comprenden que en realidad son irrelevantes", aseguran las fuentes consultadas por el citado medio, que opinan que "ellos piensan que son especiales", en referencia a Ivanka Trump y Jared Kushner.

"No hay nada más obstructivo, distractorio e inútil que tener a un puñado de estúpidos miembros apolíticos de la familia tomando todas las decisiones", aseguró uno de los asesores citados por el diario.

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