Los Mossos d'Esquadra investigan la muerte violenta de un paciente que llevaba varias semanas ingresado en el Hospital Joan XXIII de Tarragona, según ha informado este viernes en un comunicado.

La policía catalana apunta que este jueves, sobre las 17.50 horas, les llegó la alerta de que un hombre de 30 años y nacionalidad marroquí ingresado había muerto en circunstancias extrañas en el hospital.

Los agentes desplazados al lugar comprobaron que había varios indicios que apuntaban a una muerte violenta y el Área de Investigación Criminal de los Mossos se ha hecho cargo del caso sin descartar ninguna hipótesis. La autopsia se practicará a lo largo de este viernes.

El fallecido, de nombre Ahmed, residía en Salou (Tarragona) y el pasado 3 de julio, presuntamente drogado, mostró una actitud muy violenta en la calle, muy cerca de su casa.

Los Mossos recibieron varias llamadas que alertaban de su agresividad e intentaron reducirlo, pero finalmente el hombre sufrió un paro cardíaco y una ambulancia le trasladó al hospital Joan XXIII de Tarragona. No se estableció relación directa entre la inmovilización de la policía y el paro, que podría estar provocado por los estupefacientes que consumió, según apunta el Diari de Tarragona.

Fuentes próximas al caso han comentado que, tras el ataque que sufrió, "su estado era vegetativo, por lo que era muy vulnerable". Permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital hace pocos días, cuando fue trasladado a la planta de traumatología, a una habitación sin restricciones de acceso.

Algunos trabajadores sospechan que podría tratarse de un asesinato, puesto que el paciente seguiría con una movilidad reducida y murió en extrañas circunstancias.

Según el Diari de Tarragona, Ahmed tenía antecedentes por violencia de género, estaba casado y tenía una hija, aunque ya no vivía con su mujer.

El Hospital Joan XXIII de Tarragona, por su parte, ha declinado dar su versión del caso, que está bajo secreto de actuaciones.