El control del consumo y las fugas, la automatización de las instalaciones, la prevención de riesgos laborales y la atención al cliente han sido las principales áreas en las que la empresa ha centrado sus esfuerzos iniciales, según ha informado Aqualia en una nota de prensa.

El 1 de febrero de 2016, Aqualia empezó a trabajar en la localidad granadina de Puebla de Don Fadrique al resultar adjudicataria del concurso público para la gestión del servicio municipal de aguas.

Desde entonces la empresa ha realizado diversas mejoras en las infraestructuras e instalaciones de agua municipales. Estas mejoras se han centrado fundamentalmente en cuatro áreas: el control de consumos y fugas, la automatización de las instalaciones, la prevención de riesgos laborales y la atención al cliente. En total, la empresa ha invertido en ello 126.000 euros, de los cuales 100.000 euros son inversiones comprometidas por Aqualia "según el contrato suscrito con el Ayuntamiento".

En cuanto al control de consumos y fugas, Aqualia ha renovado el 20 por ciento del parque de contadores del municipio del norte de la provincia de Granada. Esto previene "errores de metraje de los aparatos que pudieran perjudicar económicamente al usuario y permite disponer de dispositivos precisos y seguros que facilitan el control real del rendimiento de las redes urbanas de agua".

También se han colocado contadores en la salida de los depósitos y en el sondeo de San Gregorio, que posibilitan saber "qué cantidad de agua se suministra en cada momento y así conocer la demanda de la población".

Por otro lado, se ha llevado a cabo una "sectorización" de la red de abastecimiento, instalándose en cada área grandes contadores con los que controlar el volumen de agua que se suministra a cada zona y detectar "un posible aumento anormal del volumen distribuido", lo que suele ser indicativo de averías. También sirve para regular mejor la presión del agua dando a cada sector la que necesita. Evita molestias a los vecinos cuando haya una avería, pues permite aislar la zona afectada y seguir dando agua al resto, "acotando y minimizando el impacto sobre el resto de la población".

Respecto a la automatización de las instalaciones, Aqualia está concluyendo la instalación de un sistema de telecontrol que permite vigilar el funcionamiento de todas las instalaciones del servicio municipal de aguas mediante sensores remotos instalados en cada una de ellas que mandan información a un centro de control ubicado en la oficina.

Así, las ocho instalaciones con las que cuenta el servicio -captación, depósitos, rebombeo, estación de cloración y depuradora- disponen ya de estos sensores y gracias a ello, desde un ordenador, "se puede conocer y, llegado el caso, recibir alarmas del estado de funcionamiento de todas las infraestructuras básicas del sistema de agua, en relación a la cantidad y la calidad".

Por último, Aqualia ha realizado en este año y medio una importante labor de adaptación de todas las instalaciones a la regulación vigente sobre prevención de riesgos laborales. Se están adecuado las instalaciones eléctricas, las barandillas y pasarelas a la normativa y se han sustituido los elementos en mal estado.