Rajoy, tras reunirse con el rey: "Las decisiones del Parlament son una patada a la democracia"

Rajoy y Felipe VI.
Rajoy y Felipe VI.
EFE
Rajoy y Felipe VI.

El rey Felipe VI y Mariano Rajoy han celebrado este lunes el tradicional despacho de verano en el Palacio de Marivent, residencia estival del monarca. El encuentro tuvo que ser retrasado por una dolencia lumbar del presidente del Gobierno, de la que dijo encontrarse "muy bien".

Tras el mismo, Rajoy compareció ante los medios para valorar su reunión con el rey, donde trataron los temas de actualidad nacional. Dio especial importancia a la posición del Gobierno con respecto al referéndum en Cataluña. Reiteró que "no va a haber referéndum, porque es una ilegalidad".

"Se pretendía que se aprobase una ley para hacer un referéndum ilegal y eso es algo completamente antidemocrático. El Gobierno está satisfecho por la decisión del Constitucional", comentó tras aprobarse el recurso del Ejecutivo ante el proyecto de ley aprobado por el Parlament para la 'desconexión exprés". Rajoy mantuvo que "las decisiones que se están tomando en el Parlament son una patada a la democracia".

"No podemos exigir a los cuidadanos que cumplan la ley si hay comunidades autónomas que no lo hacen", advirtió el mandatario.

Financiación autonómica

Sobre la financiación autonómica, el líder del Ejecutivo ha apelado al "consenso". Ha recordado que la renovación del modelo fue acordado en la Conferencia de presidentes del pasado invierno y que el comité de expertos ya ha entregado al Gobierno su propuesta, por lo que "han cumplido con su parte".

"Ahora les toca a los políticos" ha continuado Rajoy, quien ha precisado que no se puede hacer un modelo en el que la votación se gane por un margen pequeños de votos, sino que el Gobierno va "a intentar trabajar para que haya unanimidad".

Sobre Venezuela

Tuvo también unas palabras para Venezuela. "Condenamos la violencia y exigimos elecciones libres y democráticas y la liberación de todos los presos políticos", dijo Rajoy.

Por otro lado, reiteró su posición de que "España no va a acatar ninguna de las decisiones que tome la Asamblea Constituyente". Según el presidente, sus decisiones son "ilegales, antidemocráticas y contrarias a la voluntad de los ciudadanos".

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