La segunda 'vida' de Timoteo Mendieta, el ugetista de Sacedón

La hija del sindicalista fusilado, Ascensión Mendieta, en la segunda exhumación en busca de los restos de su padre, Timoteo, en el cementerio de Guadalajara.
La hija del sindicalista fusilado, Ascensión Mendieta, en la segunda exhumación en busca de los restos de su padre, Timoteo, en el cementerio de Guadalajara.
JORGE PARÍS
La hija del sindicalista fusilado, Ascensión Mendieta, en la segunda exhumación en busca de los restos de su padre, Timoteo, en el cementerio de Guadalajara.

"La procesión va por dentro", acierta a decir Ascensión Mendieta cuando saluda entre incrédula y esperanzada a pie de fosa mientras el equipo de arqueólogos y voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica trabaja incansable en busca de los restos de su padre, Timoteo Mendieta, fusilado por "sindicalista" hace casi 80 años.

Es la segunda vez que, por orden de la jueza argentina María Romilda Servini de Cubría, se exhuma una fosa común del antiguo cementerio civil de Guadalajara.

Los trabajos llevados a cabo en enero de 2016 en la fosa número 2, contigua a la que se ha abierto ahora (la 1), concluyeron en Argentina, donde el ADN confirmó que ninguno de sus restos eran los de Timoteo, el secretario general de la UGT de Sacedón (Guadalajara) al que su hija quisiera encontrar antes de morir. Los hijos de Ascensión dudaron si contarle que habían fracasado de nuevo.

"Me lleve una desilusión y pasé mucha angustia. Se ha escapado pensé, llegué a creer que mi padre había salido de la fosa a pesar del tiro", relata una frágil y debilitada Ascensión, que en noviembre cumplirá 92 años.

Pero su familia, más realista, sabe que esa versión no es posible: "No tenemos dudas, no estaba en la fosa 2. Escapar....imposible con el tiro de gracia", explica su hijo Francisco Vargas a escondias de su madre, para no 'destrozar' la fabulación de la anciana.

Timoteo Mendieta fue fusilado en Guadalajara el 16 de noviembre de 1939 por "auxilio a la rebelión" (según figura en el expediente recuperado por la familia de la Capitanía General de Zaragoza). Los datos rastreados durante años conducen al antiguo cementerio civil alcarreño, pero el primer intento de hallar los restos del ugetista cayó en saco roto (fue desestimado por un juez local).

El segundo intento llevó a Ascensión a Argentina, en busca de la jueza que se ha convertido en su amuleto gracias al exhorto que forzó la exhumación de la fosa 2. Aunque luego se demostró que ninguno de sus represaliados era Timoteo, al menos "10 familias de Guadalajara" lograron recuperar a su familiar "por la coincidencia del ADN", explica Marco González, vicepresidente de la ARMH.

El tercer intento, a contrarreloj

Ahora, cuando ya se han exhumado 16 de los 25 cadáveres inhumados en la fosa 1, todos son conscientes de que el tiempo se acaba para Ascensión Mendieta, la anciana a través de cuya búsqueda Timoteo está viviendo una segunda vida, saliendo del olvido.

"Si fracasa esto, no sé dónde buscar", reconoce el nieto del sindicalista asesinado. Las pistas se pierden aquí, en este camposanto donde, además de en la fosa 1 y 2, hay "indicios" de que Timoteo pudiera haber sido inhumado en cuatro enterramientos individuales o incluso en tierra consagrada, en la fosa 32 del cementerio católico, aunque esta posibilidad es "remotísima", según los expertos de la ARMH.

Pero si fracasan de nuevo no solo se acaban las pistas, sino que también se agota el tiempo. El estado físico y emocional de Ascensión se deteriora a pasos agigantados. Tanto, que la jueza Servini ha admitido la petición para que las nuevas pruebas de ADN "se realicen en España", confirma el hijo de la anciana. De esta manera intentan "ganar" un tiempo que a la demandante no le sobra.

"Con Ascensión se cierra la vía judicial, pero ha abierto un camino para muchas otras familias y ya no hay marcha atrás", explica Marco González, que adelanta que "tras empezar con Timoteo, al menos otras 90 familias de Guadalajara han presentado la reclamación administrativa" para recuperar a sus familiares, aclara.

Si las ansiadas pruebas de ADN (que ya están en marcha) revelan por fin el paradero de Timoteo Mendieta, este saldrá del olvido para siempre. Mientras su familia espera que así sea, los nietos ultiman la compra de un espacio en el cementerio civil de Madrid, en el complejo de La Almudena, donde Timoteo reposará en paz hasta que Ascensión le acompañe para toda la eternidad. "Reposar con mi padre", ese es, según explica ella misma, su último deseo.

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