Miembros de la Cruz Roja han desarrollado este martes unas labores de rescate de alrededor de 1.000 inmigrantes que llegaron a costas italianas. Una operación marítima en la que un niño de tres años antes de llegar a tierra en Salerno.

La operación estuvo coordinada por el Siem Pilot, que es uno de los buques de la agencia europea guardafronteras Frontex, y que patrulla el Mediterráneo Central en un intento por controlar los flujos migratorios desde Libia y desmantelar las redes criminales que los organizan.

En las labores participaron en torno a 50 voluntarios de Cruz Roja y todos los inmigrantes precisaron de asistencia sanitaria dadas las condiciones en las que llegaron a Salerno.

Algunos de ellos, como explica la Cruz Roja en su web, explicaron los motivos de su viaje. Por ejemplo, Muwayyad, de 37 años, contó que tuvo que emprender la travesía con su familia: "Yo era un sastre, y llevó una vida tranquila - dice - a continuación, llegó el EIy se ha convertido en un infierno. Tuvimos que huir".

Viajaron a Libia y de ahí se subieron al buque para llegar a la costa italiana. "Pensamos volver cuando la situación allí mejore", cuenta. Pero tiene claro que "ahora mismo es terrible". Trabajó en Libia durante un tiempo pero no tardó en buscar la manera de desembarcar en Italia.

Las autoridades de Salerno confirmaron que no hay detenidos ni contrabandistas entre los rescatados. Además, aseguran que por el momento "buscarán la manera más equitativa de repartir a los inmigrantes por la zona". El prefecto de la ciudad, Salvatore Malfi, ha apelado "a la responsabilidad de los distintos alcaldes".

En declaraciones al diario La Reppublica, el alcalde Vincenzo Napoli, ha expresado sus condolencias por la muerte del menor y ha apuntado que "seguiremos con nuestra labor para que este problema se estabilice" y añadió que "se tomarán las medidas necesarias con respecto al puerto para poder hacer frente a situaciones de este tipo si es que se llegan a dar".