El vídeo de una fiesta con presos armados expone el descontrol penitenciario panameño

  • Denuncian que el crimen organizado funciona con impunidad, amparado por funcionarios corruptos, en un sistema con cárceles hacinadas e insalubres.
  • La polémica generada provocó que el propio presidente panameño, Juan Carlos Varela, dirigiera un operativo en el que mil agentes se incautaron de seis armas.
  • No es el primer incidente con armas de fuego en esa prisión: en octubre de 2014 falleció un recluso y otros cuatro resultaron heridos en un tiroteo.
Imágenes captadas en el interior de la cárcel de 'La Joyita', en Panamá, donde los presos lucieron armas de fuego.
Imágenes captadas en el interior de la cárcel de 'La Joyita', en Panamá, donde los presos lucieron armas de fuego.
YOUTUBE / EL SIGLO DE PANAMÁ
Imágenes captadas en el interior de la cárcel de 'La Joyita', en Panamá, donde los presos lucieron armas de fuego.

El vídeo de una fiesta en la cárcel de 'La Joyita' de Panamá, protagonizado por reclusos encapuchados y exhibiendo armas de grueso calibre, expuso cómo el crimen organizado funciona con absoluta impunidad, amparado por funcionarios corruptos, en un sistema con cárceles hacinadas e insalubres.

El día a día del sistema penitenciario fue puesto en entredicho de nuevo, esta vez por un vídeo viralizado en redes sociales.

El propio director de un sistema penitenciario en el que la mitad de los reclusos está pendiente de juicio, Armando Medina, reconoció a raíz de la emisión del vídeo —grabado aparentemente el pasado mes de diciembre— que en las cárceles "existe corrupción", en la que denunció que están involucrados efectivos de la seguridad interna del penal y funcionarios de la Policía Nacional.

La polémica generada provocó que el propio presidente panameño, Juan Carlos Varela, dirigiera personalmente un operativo en el que mil agentes de las fuerzas de seguridad se incautaron de seis armas.

La requisa se produjo en el pabellón 9 del centro, el único inspeccionado por los mil policías, donde conviven presos comunes, algunos de alta peligrosidad, y pandilleros.

Apenas la mitad de las armas exhibidas en el vídeo fue incautada y los doce reos que aparecen en el mismo, tras ser presentados embarrados con un lodo rojizo ante Varela, fueron trasladados a la moderna 'La Gran Joya', considerada la 'suite' de alta seguridad para los reclusos, aunque de ella también se han fugado otros más peligrosos.

No es el primer incidente con armas de fuego en esa prisión (en octubre de 2014 falleció un recluso y otros cuatro resultaron heridos en un tiroteo), pero el masivo operativo policial no intentó acceder al resto de las dependencias de la cárcel, en la que conviven más de 4.700 reos.

El director del sistema penitenciario, que permanece en su puesto al igual que el responsable del centro, reconoció que "las cámaras de seguridad están deterioradas" en el interior de la prisión.

Sólo funcionan las del circuito externo; una anomalía que se suma a la utilización masiva y continuada, a cualquier hora del día, de los teléfonos móviles en poder de los presos, que pueden dirigir desde la cárcel sus organizaciones criminales.

Denuncias internacionales

El deterioro del sistema penitenciario ha sido denunciado también por instancias internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La CIDH instó al Gobierno panameño a trasladar "a un lugar que cumpla los estándares internacionales aplicables a personas privadas de libertad" a todos los reclusos de otra de las prisiones, la de Punta Coco, ubicada en la isla del Rey, a 107 kilómetros al sur de la costa, en el turístico archipiélago de Las Perlas.

Al informe de la Comisión Interamericana se suman las denuncias formuladas por los abogados defensores de los reclusos y el propio defensor del pueblo panameño, quien estimó que el Gobierno, de no cumplir las recomendaciones, debe humanizar el penal proporcionando comida apta para el consumo humano, agua potable y asistencia médica.

También por la representante de la Comisión de Justicia y Paz, Maribel Jaén, quien recordó al Gobierno que debe respetar que tiene un puesto en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Varela, que hace unas semanas promovió una investigación por lo que definió como violación de los derechos humanos en la aplicación del 'cepo' —castigo heredado de la Santa Inquisición que consiste en la inmovilización de piernas y manos con troncos— aplicado por pobladores de la etnia 'Ngäbe Buglé' al presidente de su Congreso tradicional, dijo que no cumpliría las recomendaciones de la CIDH.

"Punta Coco se va a mantener abierta. Prefiero que nos cuestionen a poner en riesgo la vida de panameñas y panameños", explicó el mandatario, en unas declaraciones interpretadas como un claro desafío a la institución defensora de los derechos humanos.

Varela se justificó asegurando que esa cárcel ya fue dotada de las condiciones humanitarias exigidas por la CIDH y su fin es evitar que los líderes pandilleros sigan coordinando impunemente desde los presidios en tierra firme su red criminal.

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