Tras advertir de que el aumento de los salarios es el principal escollo en esta negociación para llegar a un acuerdo, la patronal ha remarcado que "existe voluntad de nuestra parte" y ha advertido de que los sindicatos "veían de buen grado el incremento salarial del 2,5 por ciento" el pasado mes de septiembre, pero "ahora no entendemos por qué no se está aceptando".

Así lo ha aseverado en rueda de prensa el secretario general de Horeca, Jesús Boillos, en representación de las empresas del sector, al recordar que la crisis ha golpeado a este sector en los últimos años, implicando el cierre o traspaso de un 28 por ciento de los negocios y la destrucción de un 24 por ciento del empleo que existía, al mismo tiempo que caían los ingresos y aumentaban los impuestos a pagar, ha agregado.

Boillos ha indicado que ante la negociación del nuevo convenio de hostelería las empresas deseaban incidir en aspectos como la "profesionalización" de las personas que trabajan en el sector, en aspectos como la cocina aragonesa, la cocina con trufas o la gestión de alérgenos en los establecimientos.

También planteaban dar más flexibilidad a las empresas para que puedan atender de manera adecuada a la demanda, ya que ésta oscila "en un 24 por ciento" según el momento del día, ha observado, insistiendo en que pretendían adecuarse "a los hábitos de los clientes que implican que no se realicen reservas o que se hagan con poca antelación".

Frente a la subida propuesta por la patronal del 2,5 por ciento en total para los dos años de convenio, y entre otras peticiones, los sindicatos reclaman un incremento salarial del 1,6 por ciento para el primer año (2016), siguiendo la subida del IPC de ese ejercicio, y del 1,4 por ciento para 2017, con revisión con el IPC a final de año.

"INMOVILISMO"

La patronal ofreció en primer lugar un incremento del 2 por ciento a distribuir en los dos años y plantea ahora un repunte salarial del 2,5 por ciento, que situaría a las personas que trabajan en hostelería en la provincia de Zaragoza como "los quintos profesionales a los que más se les aumentarían los salarios en el sector a nivel nacional".

De esta forma, los representantes de las empresas han criticado el "inmovilismo" de los sindicatos y su "falta de voluntad" para llegar a un acuerdo, así como han expresado su "más absoluta repulsa" a que en las movilizaciones que están desarrollando se "personalicen" las críticas en determinados establecimientos, lo que consideran una "coacción", lamentando estas "presiones" a una decena de empresas en un sector que engloba "a más de 5.000".

Boillos ha agregado, además, que en caso de convocarse una huelga de trabajadores en el sector, las empresas prestarán sus servicios "con absoluta normalidad en la ciudad y la provincia y adoptaremos las medidas necesarias para conocer oficialmente el grado de seguimiento" de la protesta.

Por último, el secretario general de Cepyme Aragón, Carmelo Pérez, ha expresado el apoyo de esta organización a las empresas del sector de la hostelería "que tanto han sufrido con la crisis" y ha pedido "sensatez y racionalidad" para alcanzar un acuerdo sobre el nuevo convenio de hostelería, un sector en el que trabajan más de 17.800 zaragozanos.