Así se ha expresado el director de operaciones de la empresa, Ángel Escribá, después de que Valle se encerrase durante la mañana de este lunes en la sede del Consorcio de Transporte para pedir la rescisión del contrato ante los "retrasos e incumplimientos" del transporte, mientras que la Junta de Andalucía se ha comprometido a analizar, aunque subrayando que "no existe un problema de seguridad y ni mucho menos se pone en juego la vida de los usuarios".

En este marco, Escribá ha indicado a Europa Press que la empresa está en contacto con la Junta para sentarse a tratar el asunto, explicar todo lo que la compañía está haciendo y aportar documentación que lo avala. Así, indica que en la línea sólo han tenido una quincena de reclamaciones, donde "apenas el 0,6 por ciento" sería achacable al servicio, mencionando cuatro sucesos, como son dos averías, un accidente y la existencia de tráfico denso a la entrada de la capital.

"No nos constan los hechos que menciona el Ayuntamiento", recalca, tras añadir que la denuncia municipal es "muy ambigua", al hacer referencia a "retrasos, suciedad o el dejar tirada a la gente, según sus palabras, pero sin concretar cuándo ha ocurrido ni cómo". Además, señala los autobuses se revisan "diariamente" y se están inspeccionando los servicios para comprobar "la veracidad de la denuncia", aunque agrega que "no se ha tenido ninguna notificación por parte de las autoridades competentes sobre posibles incumplimientos".

Reconoce que la flota va a cumplir diez años de antigüedad, algo que "la concesión permite", mientras que Los Amarillos está ya trabajando en su sustitución este verano y por vehículos mayores a los actuales, de 25 metros y con unas 70 plazas. "No entendemos la actitud del Ayuntamiento, que nos preocupa, nos sorprende", asegura.

Respecto al funcionamiento del servicio actualmente, recuerda que hay 51 expediciones de ida y otras tantas de vuelta, siendo "la población con más frecuencias de la provincia", un servicio que es "reforzado en horas punta". A esto suma la disminución del tiempo de trayecto desde que se acordó que no entrara en Dos Hermanas con el gobierno socialista anterior y la mejora en las paradas al cubrir la demanda del Hospital de Valme.

"Si se produce una avería, teniendo en cuenta que la frecuencia de autobuses es cada quince minutos, puede tardar más que llegue el vehículo de sustitución en vez de que el usuario coja el siguiente", matiza.