"La mujer que quiere emprender e innovar apenas tiene referentes femeninos que poder seguir"

  • Cuatro españolas están entre las nueve finalistas sénior al Premio a las Mujeres Innovadoras que la CE dará este miércoles con motivo del Día de la Mujer.
  • Gema Climent, África González, Gemma Galdón e Isabel Trillas han logrado tener éxito con sus empresas en un mundo dominado por los hombres.
  • "Yo vivo el machismo cada día. Cuanta más responsabilidad tengo y más dinero tengo, más lo vivo", afirma Galdón.
Isabel Trillas, Gema Climent y África González, tres de las cuatro finalistas españolas al Premio a las Mujeres Innovadoras de la Comisión Europea.
Isabel Trillas, Gema Climent y África González, tres de las cuatro finalistas españolas al Premio a las Mujeres Innovadoras de la Comisión Europea.
JORGE PARÍS
Isabel Trillas, Gema Climent y África González, tres de las cuatro finalistas españolas al Premio a las Mujeres Innovadoras de la Comisión Europea.

Las vidas de África González, Gema Climent, Isabel Trillas y Gemma Galdón se cruzaron hace unas semanas, cuando les dijeron que estaban entre las nueve finalistas sénior al Premio a las Mujeres Innovadoras que concede la Comisión Europea. Las cuatro son fundadoras o cofundadoras de empresas basadas en ideas rompedoras, con facturaciones de más de 100.000 euros e importantes previsiones de crecimiento. Las cuatro han logrado hacerse hueco en un mundo que, según coinciden, aún lideran los hombres y en el que queda mucho camino por recorrer para alcanzar la plena igualdad.

Con 40 años, Galdón, al frente de Eticas Research & Consulting, es la más joven del grupo y a su vez la más crítica. "Ser mujer en este espacio y serlo a cierto nivel de trabajo es durísimo. Hay un gran nivel de desconfianza, no te tienen en cuenta, te apartan de los procesos...  Yo vivo el machismo cada día. Cuanta más responsabilidad tengo y más dinero tengo, más lo vivo. Cada vez entras en espacios más poco acostumbrados a la mujer", lamenta. "Crecí creyéndome igual y al hacerme mayor me voy dando cuenta de cómo mi género influye en todo", continúa.

Esta empresaria catalana afirma que para ella la conciliación es relativamente sencilla. No tiene hijos y lo que la hace feliz es "tener un nivel de trabajo alto". El resto de aspirantes españolas a este galardón europeo tiene pareja y descendencia y resaltan lo importante que ha sido para ellas contar con la complicidad y el apoyo de la familia a la hora de poder lanzar sus negocios. "Tengo un marido y colaboramos en casa. No me ayuda él a mí ni yo a él. Lo llevamos todo entre los dos", asegura Climent, directora de Nesplora.

Estas emprendedoras son conscientes no obstante de que ese soporte familiar no se da siempre y de que a nivel social a las mujeres aún se les presupone una serie de cargas, como el cuidado de los niños o de la casa, que no se exige a los hombres. "Es muy habitual que te pregunten cómo has llegado a dónde estás habiendo tenido hijos. A un premio nobel o a un buen empresario no se le pregunta con quién los ha dejado. Es verdad que el tema de la maternidad hace que durante un tiempo la mujer tenga una determinada dedicación pero la familia es de todos y entre todos deben tirar del carro", apostilla González, cofundadora de NanoInmunoTech, y quien defiende que la mujer debe ser independiente "mental y económicamente".

La experiencia de esta catedrática de Inmunología en la Universidad de Vigo y directora de su Centro de Investigaciones Biomédicas, así como la de Climent y la de Trillas, asesora y directora de Biocontrol Technologies, no ha sido tan negativa como la de Galdón, pero no niegan que ellas lo siguen teniendo más difícil que ellos, también a la hora de emprender. "Yo no he tenido trabas por el hecho de ser mujer", afirma González, aunque reconoce que "en el ámbito empresarial casi todo está dominado por hombres". "Yo no me he encontrado con especiales dificultades, pero sí hay una falta de reflejos femeninos. La mujer que quiere emprender e innovar apenas tiene modelos ni referentes que poder seguir. En la mayoría aplastante del resto de las empresas de tecnología, las direcciones están compuestas por hombres", agrega Climent.

Más autoestima y menos sentimiento de culpa

Estas empresarias apuntan que cambiar la situación es responsabilidad de todos, de las Administraciones, de la sociedad y de las propias mujeres, a las que exhortan a valorarse y a tener confianza en sí mismas. "Muchas veces somos muy tímidas y no confiamos mucho en nuestro potencial. Tenemos que creer en nuestro conocimiento y en nuestras capacidades y lanzarnos a la piscina", anima Trillas, también catalana y profesora en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona. La directora de Nesplora insta por su parte a desterrar el sentimiento de culpabilidad: "Cuando tenemos que viajar o estamos demasiado pendientes del trabajo y desatendemos algunas cosas tenemos todavía esa conciencia de culpa y nos descubrimos disculpándonos. ¿Por qué me tengo que disculpar si es lo que han hecho los hombres toda la vida?".  

Climent aboga además por mantener la discriminación positiva, "necesaria mientras haya desigualdad", y pide a las empresas que ofrezcan también a los hombres posibilidades de conciliación familiar. "El año que empezamos con la conciliación en Nesplora, las dos primeras personas que se acogieron a ella fueron hombres", recuerda.

Las cuatro destacan que la nominación al premio, en el que este año hay una nueva categoría para menores de 30 con otras tres finalistas, les ha dado visibilidad a ellas en particular y esperan que a las mujeres emprendedoras en general. Las vencedoras se conocerán este miércoles, con motivo del Día Internacional de la Mujer, pero ganen o no ven muy positivo haber llegado a ser finalistas.

Climent opina que este reconocimiento puede contribuir a concienciar de que las mujeres tienen mucho que aportar y desea que de esta forma no vuelvan a darse declaraciones como las del eurodiputado polaco Janusz Korwin-Mikke, quien la semana pasada dijo que "las mujeres deben ganar menos porque son más débiles y menos inteligentes". "A este señor le pagamos con nuestros impuestos. No puede decir esas cosas. A veces nos animamos pensando que estamos mejor que hace 60 años pero luego nos encontramos con esto y te quedas con la sensación de que estamos a mitad de camino desgraciadamente", comenta esta vasca.

"A cualquier mujer que quiera emprender le diría que va a ser duro pero que no abandone porque tenemos la responsabilidad de asegurar que las niñas de hoy tengan un entorno diferente. La falta de apoyo y de reconocimiento específico de los problemas que tenemos las mujeres y el abandono total que yo he sufrido no deberían repetirse", señala Galdón. En un mundo necesitado de modelos femeninos, estas cuatro innovadoras se han convertido en un gran referente.

Nominadas entre 47 candidatas

Gemma GaldónGemma Galdón. Directora de Eticas Research & Consulting, dedicada a estudiar el impacto social y ético de las tecnologías, sobre todo la que gestiona datos, y cómo mejorar la integración entre esta y la sociedad. "No aportamos tecnología pero mejoramos la que existe", explica. Creada a principios de 2014, esta empresa tiene una plantilla de 37 personas y cerró el pasado ejercicio con una facturación cercana al millón de euros. Cuenta con fondos públicos, privados, mixtos y tanto de empresas tecnológicas como de centros de investigación. "Es gratificante ver que lo que haces sirve, que abres un camino nuevo", comenta Galdón, y lamenta que eso cueste: "En España cuando haces algo que se sale de lo establecido resulta difícil que te abran la puerta". "Trabajamos fundamentalmente en el extranjero", añade. No obstante acaban de ganar un concurso para organizar el año que viene en Barcelona "la conferencia más importante sobre tecnologías favorecedoras de la privacidad". "En el futuro empezarán a existir tecnologías que fomentarán la privacidad en vez de robarnos datos de forma constante", opina.  
Gema ClimentGema Climent. Directora de Nesplora, que diseña escenarios de realidad virtual para medir funciones cognitivas, una forma más objetiva y rápida para analizar a los pacientes que "las pruebas de papel y lápiz". Su primer producto se denomina Aula, un test para medir procesos atencionales en niños de entre seis y dieciséis años. "A partir de ahí hemos creado otros escenarios para medir otras funciones cognitivas también en adultos", afirma Climent. Aula se vende ya en 21 países y ha evaluado a más de 30.000 niños. Las otras herramientas estarán operativas en los próximos dos años, lo que les permitirá multiplicarse por cuatro y para lo que han recibido una subvención de la Unión Europea de 1,4 millones de euros. La compañía surgió en 2008 y en 2016 su facturación fue de unos 150.000 euros. Con 17 trabajadores en la actualidad, el objetivo es llegar a casi 50 en 2018. Ella sí afirma haber contado con el apoyo y la confianza en su proyecto de las instituciones, tanto del País Vasco como estatales.  
África GonzálezÁfrica González. Cofundadora de NanoImmunoTech en el año 2009 junto a otros cuatro investigadores: Valeria Grazú, Ricardo Ibarra, Jesús Martínez de la Fuente y Cristian Sánchez. Esta empresa diseña nanomateriales, estructuras muy pequeñas con distintas propiedades que quieren emplear especialmente para técnicas de diagnóstico. Gracias a una ayuda europea de 200.000 euros tienen en desarrollo un equipo para la detección de pequeñas cantidades "de lo que sea" en un producto. "También trabajamos en la posible toxicidad de los nanomateriales y tenemos un producto para medicina regenerativa, además de productos a la carta", cuenta Gónzález. Con una treintena de personas, las ventas de esta compañía alcanzaron en 2016 los 160.000 euros. "La Xunta y el Gobierno nos ayudaron mucho al principio, pero después, cuando más dinero necesitas para dar el salto, para salir fuera... te encuentras solo. Se necesita dinero pero también apoyo en la visibilidad y ayudas a la internacionalización", destaca.
Isabel TrillasIsabel Trillas. Asesora y directora de I+D de Biocontrol Technologies, que ofrece productos biológicos para combatir las enfermedades de los cultivos, reduciendo al mínimo el impacto en la salud y el medio ambiente. La empresa fue fundada en 2004, pero sus promotores llevaban desde los 90 trabajando en el proyecto. "La patente la conseguimos en 2002", apunta Trillas. Desde entonces han pasado por un largo proceso que culminó el año pasado con la obtención de la autorización definitiva en Europa, pudiendo entrar en siete estados (España, Reino Unido, Francia, Hungría, Holanda, Bélgica e Irlanda). Con ello esperan que 2017 sea el año del despegue y que aumente tanto la plantilla, ahora con cuatro personas más una quinta a media jornada, como la facturación, actualmente de 362.000 euros y que en este ejercicio se estima que supere los 800.000. Con presencia también en EE UU y Egipto, el objetivo es aterrizar en el resto de países europeos así como en México, Kenia, Japón, República Dominicana o Marruecos. Afirman haber contado con ayudas del Ministerio de Economía así como con fondos de capital riesgo.
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