La fiesta de las Fallas: desde la mascletá a los fuegos artificiales

Mascletá valenciana en una imagen de archivo.
Mascletá valenciana en una imagen de archivo.
EFE
Mascletá valenciana en una imagen de archivo.

La inmensa mayoría de los festejos falleros se celebran al aire libre en las propias calles de València, entre petardos, falleros, música, turistas, vecinos… La ciudad se convierte así en un elemento integrador en el que conviven multitud de sensibilidades culturales en torno a una misma celebración.

En un simple paseo, el visitante se puede encontrar con todo tipo de eventos que se desarrollan de manera simultánea en torno a los casales; pero hay algunos que se convierten en cita obligada, como la mascletá y los fuegos.

La mascletá

Se trata del más valenciano y genuino de los espectáculos de fuegos artificiales, y está considerado como un arte mayor de la pirotecnia, con la particularidad de ser diurno, por lo que el sonido es su principal razón de ser. La mascletà más emblemática es la de la Plaza del Ayuntamiento.

Según Mikel Pagola, director de piroart.com, "se trata del lugar idóneo para el disparo, gracias a la propia disposición urbanística de su entorno, que armoniza perfectamente con la estructura de una mascletà: siendo más estrecha en el comienzo para ir abriéndose a medida que se acerca al final".

Pagola explica que la mascletà tradicional "consta de un inicio aéreo, que suele tener tres partes, para después ligar con la mascletà de cuerdas, con cinco retenciones o fases que se diferencian por su progresivo aumento de carga y potencia. Este cuerpo central terrestre se acompaña también de fuego aéreo, y va subiendo de fuerza gradualmente hasta llegar al final terrestre, llamado terremoto, que es el clímax del espectáculo, enlazando a continuación con el bombardeo aéreo con el que culmina la mascletà. Como colofón, cada vez se utiliza más la rúbrica, que ha de ser certera, y es un añadido digitalizado con el que se puede poner un final más artístico o personal al disparo".

Los fuegos artificiales

Los castillos de fuegos artificiales constituyen otro evento pirotécnico de primer orden, en el que el sonido se complementa con un espectacular despliegue de luz y efectos visuales, para lograr composiciones aéreas de impactante belleza.

Los Castillos de Fallas 2017 se celebran en torno al Paseo de la Alameda y suelen congregar a un gran número de personas, por lo que se aconseja llegar con tiempo para poder disfrutar cómodamente del espectáculo.

Los fuegos se disponen en el suelo, de forma alargada en lo que se denomina frente de disparo, desde donde se lanzan al aire para crear una enorme pantalla de diferentes diseños aéreos acompañados de sonido.

La clave para poder apreciarlos en toda su belleza, según Mikel Pagola, es "situarse de forma que nuestro punto de vista quede perpendicular a ese frente de disparo, puesto que así se aprecia con nitidez la ascensión y apertura de los diversos elementos entre sí".

Mención especial merece la Nit del Foc, que se celebra la madrugada del 18 al 19 de marzo, y que consiste en el disparo de un castillo de fuegos artificiales con una duración, intensidad e importancia superior a la de los demás días. Se trata de la noche más intensa de las Fallas, con multitud de verbenas repartidas por toda la ciudad, que en muchos casos culmina con un desayuno a base de buñuelos con chocolate… para dar paso ya al día de San José.

Pirotecnia de día y de noche

Los espectáculos pirotécnicos que se desarrollan durante las Fallas provocan que una mirada al cielo, casi en cualquier momento, nos dirija a algún cohete en ascensión o la explosión de algún petardo.

Las mascletàs, por el día, basan su potencial casi exclusivamente en el sonido; mientras que los castillos de fuegos artificiales se apoyan en elementos visuales y por ello encuentran a su mejor aliada en la oscuridad nocturna.

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