Estos científicos del Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica de la UPO, liderados por el investigador Pim Edelaar, trabajan dentro del marco teórico de la Evolución, investigan las adaptaciones de los seres vivos a sus ambientes y cómo esto puede tener influencia sobre, por ejemplo, las invasiones biológicas o la formación de nuevas especies.
Según ha informado la UPO en una nota, los científicos han estudiado en esta ocasión cómo el riesgo de depredación afecta a los cambios en coloración de una especie de saltamontes común en el sur de la Península Ibérica ('Sphingonotus azurescens').
En la naturaleza, esta especie de saltamontes se puede encontrar en suelos arcillosos o arenosos, siempre con escasa vegetación. Como curiosidad, el color de los saltamontes suele ser muy similar al suelo donde se encuentra, por ejemplo rojizos en suelos rojizos, o gris claro en zonas de arcilla clara.
Esta "buena combinación" entre el color de los animales y su ambiente se puede explicar por tres vías, de las que una de las más conocidas es la selección natural, que favorece a los individuos mejor camuflados.
La segunda sería porque los individuos que no combinan bien con un tipo de ambiente se desplazan hacia otros donde su camuflaje es mejor, mientras que la tercera vía sería debido a que los saltamontes son capaces de cambiar su propio color hacia el color del suelo sobre el que viven para mejorar su camuflaje. Los resultados del artículo apoyan que efectivamente los saltamontes utilizan esta tercera estrategia para evitar la depredación.
Los cambios de color en los saltamontes son debidos a cambios en la cantidad y calidad de los pigmentos incorporados en la piel. Son cambios lentos -desde varios días hasta semanas- comparados con los rápidos cambios de pulpos o camaleones por ejemplo. Además, son cambios "costosos e irreversibles". "Por tanto, es de esperar que controlar cuáles y cuántos pigmentos producir sea de gran importancia para los saltamontes", ha explicado el investigador Pim Edelaar.
El equipo ha puesto a prueba esta hipótesis, cuyos resultados formarán parte de la tesis doctoral del investigador Adrián Baños, según informa la UPO, que aclara que se ha encontrado que el cambio de coloración es mayor en caso de mayor riesgo de depredación, confirmando un coste asociado al cambio de color y la capacidad de este insecto en "decidir" asumir un coste mayor cuando hay más beneficios. Según estos investigadores, es la primera vez que se pone a prueba experimentalmente esta hipótesis para animales que cambian de color morfológicamente.
A pesar de su capacidad de cambiar el color, también se han encontrado indicios de que una parte de la variación en color entre saltamontes está determinada genéticamente. Por ejemplo, individuos criados en el laboratorio que provenían de padres claros de un suelo claro también fueron más claros que aquellos provenientes de padres oscuros de un suelo oscuro.
Esta base genética del color y el coste del cambio del color demuestra que existen también unas limitaciones en el cambio de color. Esto da lugar a pensar que la capacidad de cambiar su color a su ambiente "no resuelve todos los problemas para los saltamontes, y que los procesos de la selección natural o la selección de un hábitat adecuado también juegan su papel en la adaptación de las poblaciones de saltamontes a sus ambientes".
"Todos estos resultados nos ayudan a entender mejor los distintos procesos de la adaptación de las poblaciones a sus ambientes, clave para entender el pasado y manejar el futuro de la biodiversidad", afirman los investigadores.
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