Ciudadanos se reúne para votar su giro final al liberalismo

  • Su IV Asamblea debe ratificar este fin de semana el aumento del poder de Rivera y el abandono de la socialdemocracia.
Albert Rivera junto a Juan Marín y diputados andaluces
Albert Rivera junto a Juan Marín y diputados andaluces
EUROPA PRESS/C'S
Albert Rivera junto a Juan Marín y diputados andaluces

Albert Rivera someterá a aprobación definitiva este fin de semana el nuevo proyecto de Ciudadanos. La última palabra sobre el abandono del "socialismo democrático", la entrada en gobiernos de coalición o el endurecimiento de las sanciones contra quienes disientan de la línea oficial la tienen los 570 compromisarios –la mayoría, respaldados por su candidatura– que representan a los casi 22.800 militantes de la formación naranja en esta IV Asamblea General que se celebra en Madrid.

Rivera llega fuerte y sin apenas oposición, después de que un cambio exprés en los estatutos le permitiese renovar mandato y equipo antes incluso de presentar su informe de gestión. Para el futuro promete un partido que esté "listo para gobernar" en 2019. Estas son las líneas de debate.

Autoridad absoluta 

El equipo de Rivera cambió los estatutos en noviembre  para asegurarse la reelección en primarias antes de rendir cuentas de su gestión a la Asamblea General.

Su lista se hizo, a continuación, con el 70,6% de los compromisarios (337 de un total de 570). Estos son los que deben ratificar sus propuestas –entre ellas, que ningún órgano pueda destituirle como presidente– y los mismos que le aseguran el control del Consejo General y de la Comisión de Garantías, los órganos de supervisión y control más importantes del partido y cuyos miembros serán elegidos el sábado. "Ha sido un proceso en cascada: primero ata el poder y luego controla el resto del proceso", critican desde el movimiento TransCsparencia.

Cambio de valores

El Consejo General eliminó en diciembre la referencia al "socialismo democrático" que acompañaba al "liberalismo progresista" en el ideario de Ciudadanos desde su nacimiento. En su lugar, pasa a ser un partido "constitucionalista, liberal, demócrata y progresista". Rivera sacó adelante su propuesta con 23 votos a favor, 20 en contra y 2 en blanco. La dirección lo ha mantenido tal y como está a pesar de lo ajustado del veredicto, y de que decenas de agrupaciones presentaron enmiendas al respecto (la Asamblea General debatirá 75 entre todas las ponencias).

"No es una idea de los socialdemócratas de Ciudadanos ni de los catalanes, como se ha dicho. Viene de toda España y significa respetar, al menos, los valores fundacionales", explica a 20minutos Sergio Sanz, diputado en el Parlament y voz crítica contra el cambio de denominación.

Menos primarias

Los militantes de Ciudadanos elegían, hasta el momento, a las cinco primeras personas que figuraban en cada lista electoral. El cambio que se someterá a consideración de los compromisarios supone que la votación quede restringida, a partir de ahora, al número uno de la candidatura a la presidencia del Gobierno y autonómicas, a las alcaldías de capitales de provincia  y de las ciudades de más de 250.000 vecinos y a las circunscripciones con los mismos habitantes en el caso de comicios generales y autonómicos.

El Comité Ejecutivo nombrará a los cabezas de lista de forma directa en el caso de que se trate de una agrupación con menos de 500 afiliados. El trámite se cumplirá previo informe del Comité Autonómico correspondiente, órgano que, a su vez, está designado en su mayor parte por la dirección nacional. "Para eso, es mejor hacer un comité de listas, como el PP", ironizan en TranCsparencia.

Medidas contra los críticos

Una de las medidas más polémicas que se hizo pública antes de la Asamblea General es la posibilidad de expulsar a quienes constituyan corrientes o grupos internos que discrepen gravemente de la línea oficial o que se alineen "en contra de los intereses del partido" y de sus valores.

La Ejecutiva aseguró que rebajaría el carácter de su propuesta, destinada, según justificaron, a impedir la afiliación o la creación de grupos ajenos que tratasen de romper Ciudadanos desde dentro.

Fuentes consultadas por este diario aseguran que la propuesta definitiva ha llegado "pácticamente igual, con la misma redacción" a la fase de propuestas y enmiendas. Distintos sectores críticos de Madrid y Cataluña, además de la eurodiputada Carolina Punset, han denunciado que Albert Rivera pretende laminar la discusión política y los debates internos con esta medida. Los colaboradores del reelegido presidente aseguran que en ningún caso existe el "clima de miedo" que ha llegado a denunciarse desde algunas instancias.

Dirección ampliada

Albert Rivera ha creado un Comité Permanente que amplía la cúpula directiva de 23 a 37 personas con el objetivo de mejorar la representación territorial, de incluir a la dirección del grupo Parlamentario y de establecer secretarías políticas sectoriales que trabajen en las distinas áreas de gobierno, como hacen el resto de partidos políticos. El Consejo General también crece y pasa de los 60 actuales a 125 miembros elegidos en listas abiertas durante este fin de semana. Rivera presentará a sus propios candidatos.

Cataluña pierde peso

El partido ha crecido y, con él, el número de territorios en los que está presente. El Ciudadanos que salga de esta Asamblea General contará, dentro del Comité Permanente, con el portavoz en el parlamento andaluz, Juan Marín; el portavoz en las Cortes de Castilla y León Luis Fuentes;  la diputada en las Cortes de Aragón Susana Gaspar; la portavoz en Castilla-La Mancha Orlena de Miguel ; o el diputado por Valencia Toni Cantó. La catalana Inés Arrimadas será la portavoz nacional.

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