Este servicio, puesto en marcha por Telefónica y el Instituto de Cardioprotección, pretende prestar una primera asistencia a sus clientes en caso de que sufran una parada cardíaca y siempre hasta la llegada de los servicios médicos.

El desfibrilador evalúa el estado de la víctima y si es necesario aplica la descarga eléctrica "precisa para revertir dicho estado crítico", según fuentes del Centro Comercial.

Los trabajadores del centro han sido instruidos por Cruz Roja en esta materia y se harán cargo del desfibrilador, un dispositivo que, mediante voz, les irá indicando los pasos a seguir. "Esta iniciativa se engloba dentro del proyecto de mayor envergadura acometido en España para luchar contra la muerte súbita, una alteración que sólo se puede remediar si se tiene cerca un desfibrilador y que cada año produce, en España, 20.000 fallecimientos".