El Reino Unido está considerando seriamente la imposición de una sanción a las empresas que contraten trabajadores de la Unión Europea (UE) tras el brexit. La cuantía podría ascender hasta las 1.000 libras por año trabajado, según la información que ha dado a conocer el ministro de inmigración británico, Robert Goodwill, y ha recogido The Guadian.

Goodwill además dijo a sus compañeros que el "cargo por conociminetos de inmigración" podría ser introducido a los inmigrantes de la UE y que podría "ser de utilidad para los trabajadores británicos". Asimismo sugirió que las restricciones actuales a la contratación de mano de obra especializada de fuera de Europa, como limitar el número de contratos, se aplicarán a los trabajadores procedentes de la UE después del Brexit.

De esta manera, "para un contrato de cuatro años se tendrá que pagar un cargo por conocimientos de inmigración 4.000 libras por empleado. Esto es algo que se aplica actualmente a los países que no pertenecen a Europa y se ha sugerido que se podría aplicar a la UE ", añadió.

"Las negociaciones del Brexit nos dan la oportunidad de controlar las cifras de los que vienen", dijo Goodwill al Subcomité de Asuntos de Interior de la Cámara de los Lores. "No estamos diciendo que vamos a impedir que la gente venga aquí a trabajar. Lo vamos a hacer de manera controlada", remarcó.

El ministro de inmigración dijo que no estaba en condiciones de especular sobre cuál sería la política de inmigración final, ni cuándo se alcanzaría pero invitó al resto de ministros a considerar seriamente el hecho de incluir el cargo por conocimientos dentro de su informe de investigación.

"Sería de gran ayuda para la economía británica y para los trabajadores británicos que se sienten olvidados debido a que otras personas que llegan del extranjero consiguen los puestos de trabajo que a ellos mismos les gustaría conseguir", explicó.