Un joven ha conseguido recuperar su vehículo después de una intensa persecución en la localidad francesa de Oyonnax. Cuando el dueño vio que iban a robarle el coche, se subió al techo e intentó detener al ladrón. Sin embargo, eso no le impidió arrancar el motor y llegar a poner el automóvil hasta a 130 kilómetros por hora.

Mientras, el dueño del vehículo estaba agarrado en el techo con una mano y con la otra llamaba a la Policía, a la que daba indicaciones sobre su paradero. Tras un recorrido de 5 kilómetros, se soltó sin sufrir más que unos pequeños rasguños.

Finalmente las auoridades han dado con el ladrón y el joven ha recuperado el coche.