La caridad, un arma frágil y casi perfecta para los estafadores

  • Cómo cazan a sus víctimas, cuál es el perfil del estafador, las posibles penas de cárcel y cómo evitar caer en ellas.
  • En 2015 hubo un total de 165.267 denuncias por estafa según Interior, un dato que aumentó casi un 36% en cuatro años impulsadas por las nuevas tecnologías.
  • El caso de Nadia, investigado por estafa, ha puesto sobre la mesa la eficacia de la solidaridad como gancho para lograr dinero de manera fraudulenta.
  • Además de los engañados por este tipo de estafas, hay otras víctimas paralelas: las personas que verdaderamente necesitan ayuda o caridad.
La pequeña Nadia, con sus padres.
La pequeña Nadia, con sus padres.
ASOCIACIÓN NADIA NEREA
La pequeña Nadia, con sus padres.

Cuatro operaciones en Houston (y recaudando dinero para una quinta), sobrevivir en cuevas a las bombas de Afganistán o conversaciones con Al Gore. Y todo mentira. El caso de Nadia, la niña con la enfermedad rara cuyo padre se encuentra en la cárcel investigado por estafa, ha puesto sobre la mesa la eficacia y fragilidad  de la solidaridad como gancho para lograr dinero de manera fraudulenta. La familia de Nadia recibió casi un millón de euros en donativos durante 8 años. Y según las primeras investigaciones, ni un céntimo para costear tratamientos médicos de la pequeña.

El caso de Nadia, según explica Alberto Redondo, capitán del departamento criminal de delitos tecnológicos y fraudes de la Policía Judicial de la Guardia Civil "ha sido una excepción", por su alcance y exposición mediática. Sin embargo, son muchas los fraudes que utilizan el gancho de la caridad para engañar a sus víctimas.

En 2015 hubo un total de 165.267 denuncias por estafa según el Ministerio del Interior, un dato que aumentó casi un 36% en cuatro años impulsadas por las nuevas tecnologías.

Dentro de esta magna cifra no están catalogadas cuántas han utilizado un falso anzuelo de caridad.  Lo que sí apunta el capitán de la Guardia Civil es que este tipo de estafas son mucho más de las que reflejan las estadísticas, ya que hay una "cifra negra" que no se alcanza a conocer. "La gente no suele denunciar estos temas: por vergüenza de picar en ellos, porque el montante económico es poco o solo por el prejuicio de ir a poner una denuncia", manifiesta Redondo.

Por qué caemos

"Dar pena, utilizar a niños con enfermedades, que todo el mundo piensa que hay que protegerlos, sumado a la Navidad, que es un periodo en el que la gente se llena de buenos propósitos, sirve para manipular y activar nuestras emociones", expone Guillermo Fource, doctor en Psicología y profesor de la Universidad Complutense.

El perfil del estafador

Pero no cualquiera se vale de niños u otros elementos tan frágiles. Los estafadores, según el  psicólogo, "deben tener falta de escrúpulos para usar emociones primarias como la tristeza o pena. Incluso introducen la rabia". Según Fource, son capaces de usar el dolor y explotar a un niño para conseguir sus propios objetivos.

"Son perfiles psicosopáticos, manipulan las emociones del otro para su propio beneficio". El psicólogo agrega que este tipo de personas tienen mucho autoconvencimiento y son hábiles para causar emociones, generan distorsión, construyendo su propia mentira. Y son capaces de  negarlo ante la evidencia. "No hay sentimiento de culpa. Solo admiten la mentira cuando están acorralados, y lo hacen parcialmente".

Además, "a veces, generan una especie de shock en la víctima para no dar tiempo a pensar si es mentira. Buscan respuesta inmediata y evitan que la persona procese demasiado".

El castigo: multa y cárcel 

Independientemente del arma que se utilice para engañar, todas las estafas están castigadas en el artículo 248 del Código Penal. Además de multa, "la estafa básica puede conllevar,  entre 6 meses y 3 años de cárcel", indica el experto en fraude de la Guardia Civil. Si hay agravantes (dependiendo del monto estafado, cantidad de personas afectadas, abuso de relaciones personales entre víctima y defraudador...) "la pena de cárcel se puede elevar hasta 6 años".

Cómo evitarlas

La Guardia Civil aconseja, en primer lugar, utilizar el sentido común antes de donar dinero, sobre todo cuando se dirigen a particulares. "Las cadenas de difusión masiva deben hacer sospechar", apunta Alberto Redondo quien sugiere, si es vía internet, hacer una búsqueda exhaustiva para saber si existe esa persona. En el caso de que sea una ONG, el capitán del Instituto Armado pide ir más allá, incluso dirigirse a una oficina física.

El daño a la solidaridad

Además de los engañados por este tipo de estafas, hay otras víctimas paralelas: las personas que verdaderamente necesitan ayuda o caridad para un determinado fin.

El caso de  Nadia, aunque haya sido una excepción, ha preocupado especialmente a médicos y padres de niños con enfermedades raras, quienes han pedido que la solidaridad de los ciudadanos no tenga consecuencias en las ayudas que reciben los afectados por este tipo de patologías.

"Las consecuencias son nefastas para quien tiene una asociación como la nuestra", sentencia en entrevista con EFE Alba R. Santo, de la asociación para niños con determinadas enfermedades NUPA.

Las tipos de estafas solidarias

La Guardia Civil clasifica así los engaños que utilizan la caridad:

Tecnológicas. "Las redes sociales como Facebook e internet en general han aumentado este tipo de engaños en los últimos años", explica el capitán de la Guardia Civil Alberto Redondo. "Hoy es muy fácil dar difusión porque nos comunicamos más. Apretando un botón se puede mandar correos a 10.000 personas. Utilizan fotos falsas o casos de niños.  Con que uno pique, sale muy barato".

Presenciales. Son las estafas que utilizan "el método clásico de llamar de puerta en puerta, con información de supuestos niños enfermos. También pedir firmas por la calle con falsos casos, para sacar dinero o incluso robar".

Desvíos. Hay ciertos casos en los que se recaudada dinero para personas que realmente lo necesitan pero algunos intermediarios se quedan con un elevado porcentaje de los donativos.

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