El joven que hace un año agredió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mientras paseaba por Pontevedra no ha mostrado ningún signo de arrepentimiento en todo este tiempo.

Según ha publicado el diario El Progreso, el joven (A. de V.F.), que en el momento de la agresión tenía 17 años, cumple condena en régimen cerrado en el centro de menores de Monteledo (en Ourense) y su fijación con Rajoy es tal que a sus compañeros y personal del centro les dice: "Solo pienso en salir de aquí para hacerle la vida imposible".

A. de V.F. aprovechó que Rajoy paseaba con la comitiva por el centro de la ciudad del Lérez en un acto de campaña para acercarse a él y hacerse una foto. Fue entonces cuando le propinó un fuerte puñetazo que hizo que a Rajoy se le saltaran las gafas que llevaba. Acto seguido, fue reducido por los escoltas del presidente y detenido por la Policía.

Ni en el momento de su detención, donde entró en el coche policial con una sonrisa y el pulgar en alto, ni en el posterior interrogatorio mostró signo de culpabilidad alguna.

Según reveló entonces La Voz de Galicia, el agresor incluso guarda una relación de parentesco con Rajoy, ya que la madre del joven es prima de Viri, la mujer del presidente del Gobierno.