El inglés se impone y más aún en los negocios. Conocer a un business angel e interesarle es lo mejor que le puede pasar a un emprendedor. También llamado padrino inversor o inversor de proximidad, se trata de un individuo que pone capital para que la nueva idea, la start-up, tome forma y sea real. Normalmente este inversor pone su dinero a cambio de una participación en el  accionariado.

Este ángel con capital viene a cubrir la segunda fase de financiación de cualquier proyecto emprendedor. La primera fase suele pasar por los ahorros propios (poco casi siempre) y el de familiares y amigos. A continuación vendría el business angel y posteriormente, si la start-up ha echado a andar, la inversión de entidades de capital riesgo.

Puesto que las inversiones de un business angel implican un gran riesgo,  requieren un muy alto retorno sobre la inversión: arriesga mucho, luego pide mucho a cambio. Además del capital financiero, aportan su tiempo, sus conocimientos empresariales o profesionales y su red de contactos para que el plan de negocio de frutos.

Aunque no al nivel de países como EEUU, en España también hay ya business angel. De hecho, el próximo jueves 24 de noviembre celebran su cita anual. El Congreso Nacional de Business Angels 2016 va a tener lugar en el edificio de la Marina de Empresas de Valencia, donde se debatirá sobre el futuro de la inversión privada.

Este año, el congreso reunirá a los principales empresarios del sector de la inversión privada para analizar las nuevas tendencias de inversión y cuáles son los retos a los que se enfrenta. Además, tendrá una proyección “más internacional y ambiciosa” que en ediciones anteriores y se debatirán conceptos de actualidad como el ‘crossborder’ o la inversión transfronteriza.

“En esta edición queremos mirar más allá de nuestras fronteras, para realizar una mejor radiografía del intercambio de capitales que impulsan el crecimiento de nuevas empresas”, explica el presidente de la Asociación de Business Angels Big Ban Angels, Tomás Guillem.