Un gimnasio, un gran jardín, edificios con dormitorios y una cocina colaborativa forman parte de una nueva ciudad danesa creada específicamente para albergar a un grupo de ancianos con demencia.

Las autoridades cortaron la cinta inaugural de esta ciudad-experimento hace solo una semana, recibiendo las críticas de algunas asociaciones de enfermos que ven en este proyecto el aislamiento y la exclusión de estos enfermos.

La polémica está servida, mientras los familiares de los vecinos de la nueva ciudad celebran que en lo que era una antigua fábrica de cerveza, sus allegados reciban la atención que necesitan en un entorno amigable. La planificación de esta ciudad incluye alojamientos para 225 peronsas, una biblioteca musical, un restaurante, salas de estar y spa.

"Hay una gran necesidad de mejorar la atención de las personas con demencia, pero también la necesidad de mayor seguridad para estas personas", explicaron las autoridades a los medios locales en la inauguración de este pequeño municipio. Dinamarca ya planifica replicar la idea de barrios residenciales para ancianos con demencias en otras urbes, en medio de la polémica por si esto implica su expulsión de la sociedad.