El Vaticano ha expresado su preocupación ante la muerte, sin explicación oficial alguna por el momento, de un obispo chino encarcelado.

De acuerdo con la versión de las autoridades católicas, el obispo murió en la cárcel, donde pasó los últimos 8 años y un total de 20 a lo largo de su vida, el pasado 9 de septiembre. Su cuerpo fue incinerado y enterrado, sin ceremonia religiosa alguna, con urgencia.

Han Dinxiang, que así se llamaba el fallecido, era obispo de la región china de Hebei. L'Osservatore Romano señala que no se tenía conocimiento de que padeciese ninguna enfermedad.

La Iglesia católica china

Las autoridades de Beijing y el Vaticano mantienen abierto un enfrentamiento desde 1951.

El crecimiento de una iglesia católica, permitida por China, al margen de Roma no ha hecho sino acentuar este conflicto.

La Fundación Cardenal Kung promueve las actividades católicas clandestinas. Desde este organismo se señala que nadie sabía del paradero del obispo Han desde principios de 2006 y se califica su rápida cremación como 'sospechosa'.