El encargado de impartir la formación es el instructor en Apoyo Vital Básico, Emilio Blanco quien durante dos horas instruye a los participantes en cómo realizar correctamente una reanimación cardiopulmonar, la maniobra de Heimlich y la posición lateral de seguridad, además de cómo ha de utilizarle un desfibrilador.

Blanco ha subrayado al inicio del curso que a través de estas prácticas "no se trata de suplir a los asistentes sanitarios, sino de presentar al paciente de la mejor manera cuando llegue el equipo de emergencias".

El Vicerrector de Recursos e Infraestructuras, Adolfo Rodríguez Soto, ha recordado a los participantes al primero de los cursos "el esfuerzo que ha hecho la Universidad de León por instalar desfibriladores en los centros académicos", al tiempo que ha insistido en la importancia de estas acciones formativas que "ayuden a saber cómo actuar ante una emergencia sanitaria".

El director médico de la Clínica San Francisco, Jesús Saz, ha hecho hincapié en "la importancia de contar con estos conocimientos en Apoyo Vital Básico, ya que en muchas ocasiones de esto dependerá que una persona pueda salvar la vida o no, ya que es muy importante el poder presentar a la víctima en las mejores condiciones posibles cuando lleguen los profesionales médicos de los servicios de emergencias".

El concejal de Comercio y Consumo del Ayuntamiento de León, Pedro Llamas, ha explicado que "el objetivo es hacer de León una ciudad cardioprotegida, pero también que la gente sepa cómo dar un masaje cardiaco y adquiera conocimientos en primeros auxilios", lo que ha considerado que "se debería impartir ya en los colegios y no sólo en el ámbito universitario".

Por su parte, el director de la Oficina Verde de la ULE, Arsenio Terrón, ha agradecido a los estudiantes su participación en la campaña y ha emplazado a las instituciones organizadoras "a trabajar en nuevas sesiones ya que se ha recibido gran número de solicitudes que no se han podido atender".