Fotos sobre rituales secretos de candomblé brasileño, yorubas africanos y tribus exterminadas

  • Ceremoniales milenarios para entrar en contacto con los mundos de la vida y la muerte inspiran la exposición en Ámsterdam 'En el espíritu de la naturaleza'.
  • Entre las imágenes destacan las del sacerdote y etnólogo alemán Martin Gusinde (1886-1969), el último en retratar a tribus patagónicas víctimas de genocidios.
  • El brasieño Mario Cravo Neto (1947–2009) y el nigeriano Rotimi Fani-Kayode (1955–1989) se centran en cultos de los yoruba en ambos lados del Atlántico.
Foto simbólica del nigeriano-yoruba Rotimi Fani-Kayode
Foto simbólica del nigeriano-yoruba Rotimi Fani-Kayode
© Rotimi Fani-Kayode. Courtesy of Au-tograph ABP, London
Foto simbólica del nigeriano-yoruba Rotimi Fani-Kayode

Una exposición temática y colectiva sobre la comunicación, mediante cultos secretos y milenarios, entre el mundo de los vivos y el de los muertos, convierte el museo de fotografía de Ámsterdam Huis Marseille en un ambiente recargado de espíritus, ceremoniales y claves etnográficas para entender las culturas ancestrales de pueblos que, en ocasiones, han sido exterminados por genocidios o intereses económicos.

In te geest van der natuur (En el espíritu de la naturaleza), agrupa una selección de "fotos espirituales" que buscan ser la "expresión visual de los poderes invisibles" que fundamentan los cultos de tribus y pueblos de África y América del Sur. La mayor parte de las imágenes fueron tomadas del natural, con el fotógrafo presente en los ceremoniales, casi siempre vedados a personas ajenas a la comunidad organizadora. Otras son trabajos de estudio que muestran cómo los objetos cotidianos "pueden asumir connotaciones espirituales cuando se utiliza en un contexto ritual".

Un sacerdote-fotógrafo en la Tierra del Fuego

Quizá la obra de mayor impacto de las series que exhibe el museo hasta el cuatro de diciembre sea la de Martin Gusinde (1886-1969), sacerdote alemán de la Congregación del Verbo Divino, una comunidad católica de misioneros holandeses que no se limitaban a predicar, sino también a los estudios etnográficos, culturales y lingüísticos. Entre 1918 y 1924, Gusinde recopiló documentación extensiva, entre ella numerosas fotos, de los pueblos Selk’nam,Yamana y Kawésqar, los últimos aborígenes de la Tierra del Fuego patagónica, tribus que desde entonces se han extinguido o han sido víctimas de matanzas genocidas.

La muerte y los espíritus del más allá aparecen casi literalmente en las excelentes fotografías del misionero, que se implicó con respeto y amabilidad con las tres tribus. Los Selk'nam habían vivido y cazado en la zona durante miles de años, hasta que fueron víctimas de un genocidio en la segunda mitad del siglo XX, asesinados por cazadores de recompensas a sueldo de los buscadores de oro y los ganaderos.

Hizo 1.200 fotos de una cultura hoy extinta

A Gusinde le interesó documentar —y gracias a él tenemos las únicas imágenes existentes sobre el tema—, la llamada ceremonia Hain, un rito secreto de iniciación masculina al que dedicó buena parte de las más de 1.200 fotos que hizo en la Patagonia. El sacerdote trabó una profunda amistad con el pueblo, escribió varios tratados y contribuyó a mantener viva la memoria de un cultura hoy extinta.

Durante la ceremonia del Hain, los hombres jóvenes llevaban máscaras, a veces cubiertas con plumas de aves y estaban pintados de pies a cabeza con ocre rojizo, sobre el cual trazaban rayas y manchas blancas. La creencia era que el espíritu de la pintura "asustaría y sometería a las mujeres". Uno de los seres benéficos que habitaba la pintura era K'ternen, un hermoso bebé que se encargaba de conquistar y distraer a las posibles pretendientes.

La religión de los esclavos

El trabajo del fotógrafo brasileño Mario Cravo Neto (1947-2009) está fuertemente inspirado por la influencia en su país de la cultura de los yoruba, el pueblo africano del que procedían gran parte de los esclavos secuestrados y llevados a la fuerza a las Américas. Las imágenes son recreaciones del candomblé, una religión animista practicada, con matices y variaciones, en casi todo el continente y prohibida en Brasil en los años setenta del siglo XX.

Nacido en Salvador de Bahía, en el noreste de Brasil, cuna del candomblé, Cravo-Neto, un creador preocupado por la idea de transcendencia espiritual, publicó en 2002 el libro El eterno ahora, con series en blanco y negro sobre el culto tomadas desde 1977. Surgido de una tradición totalmente oral, sin ningún tipo de liturgia escrita o libros de fe, el candomblé es aprovechado por el fotógrafo por su poder escultórico, con sacrificios de animales y ofrendas vegetales.

Hijo de un sacerdote yoruba

Una conexión clara une la obra de Cravo Neto a las fotografías del nigeriano Rotimi Fani-Kayode (1955-1989). Hijo de un kayode, sacerdote yoruba encargado de vigilar los santuarios, las imágenes de estudio del artista son escenas teatrales que exploran temas como la raza, la sexualidad, el placer, el deseo y, en particular, la identidad.

Los yoruba son un grupo étnico —se calcula que ascienden a 30 millones de personas— que comparten lengua, religión y cultura. Viven a menudo en ciudades-estado políticamente autónomas y con rey propio. Fani-Kayode se vio a sí mismo como un extraño en este ambiente porque era homosexual, vivía en el extranjero (Londres) y no era el profesional casado en un respetable matrimonio que sus padres habían esperado. Su obra juega con las zonas grises, entre el blanco y el negro, la aceptación y el tabú

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