El presunto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz, se ha acogido a su derecho a no declarar ante los magistrados de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid, al igual que se ha negado a hablar durante toda la instrucción sobre las agresiones sexuales de las que se le acusa. "No voy a declarar, señoría", ha dicho.

Durante la vista, que ha arrancado este martes, la presidenta de la Sala ha preguntado al acusado si conocía los hechos que se le imputan, a lo que éste ha manifestado que sí. Por ello se ha decidido no dar lectura de los escritos de acusación.

Moreno y con el pelo más corto que cuando fue detenido, Ortiz viste sudadera gris, camiseta verde, pantalón beige y zapatillas. Luce barba de tres días, canosa y, en contra de lo que se pudiera pensar, sigue en forma y presenta un aspecto corpulento.

El acusado ha entrado cabizbajo a la sala y ha tratado de taparse el rostro al ser fotografiado. Se mantiene serio e impasible ante lo que va sucediendo en la sala en la fase de cuestiones previas.

Su abogado, Cristóbal López Sitjar, se ha opuesto a que haya nuevas pruebas, dado que no es el momento procesal para ello. También ha expresado su negativa a ser fotografiado, ya que asegura que ese extremo le trae problemas.

En los pasillos, López Sitjar, que pide la absolución, ha manifestado que su cliente está "muy cabreado", porque considera que ya está juzgado.

Tras negarse a declarar, la Sala ha cortado la señal y se ha procedido a realizar el visionado de la exploración de las menores. Durante la instrucción, está prueba se realizó para que en el juicio las niñas no tuvieran que declarar.

El juicio comienza después de que Ortiz lleve dos años entre rejas como posible autor de cuatro delitos de agresión sexual, cuatro delitos de detención ilegal y uno de lesiones, cometidos entre 2013 y 2014.

El acusado afronta penas de entre 26 y 126 años de cárcel. Siempre ha defendido su inocencia y su defensa sostiene la tesis de que se han manipulado pruebas de cargo que hay contra él.