Regresa a la catedral de Gante, radiante y restaurado, el más bello retablo católico del mundo

  • El gran políptico gótico pintado por los Van Eyck en el siglo XV vuelve al templo belga tras la restauración de la tercera parte de sus doce tablas al óleo.
  • El proceso, iniciado en 2010, redescubre una obra que ha sido llamada 'la pieza de arte más codiciada del mundo' y ha sido objeto de varios robos y misterios.
  • Es tal la excelencia del trabajo que se pueden ver los reflejos en el ojo de un caballo y cada pelo de los más de cien personajes que aparecen en las tablas.
  • Página interactiva especial con todos los detalles del Altar de Gante.
Uno de los paneles del Altar de Gante, con un ángel durante la Anunciación. A la izquierda, antes de ser restaurado. Al lado, después
Uno de los paneles del Altar de Gante, con un ángel durante la Anunciación. A la izquierda, antes de ser restaurado. Al lado, después
Izquierda: Saint-Bavo’s Cathedral Ghent © www.lukasweb.be – Art in Flanders vzw, foto Dominique Provost - Derecha: Saint-Bavo’s Cathedral Ghent © www.lukasweb.be – Art in Flanders vzw, photo Hugo Maertens
Uno de los paneles del Altar de Gante, con un ángel durante la Anunciación. A la izquierda, antes de ser restaurado. Al lado, después

Ha sido llamada "la obra maestra más codiciada del mundo", "la pintura más influyente de la historia" y, en el ámbito religioso, "un abecedario del cristianismo". Quienes formularon los asombrados juicios no se equivocaban: el Políptico de Gante —conocido también como la Adoración del Cordero Místico o simplemente el Altar de Gante— ha despertado la admiración, el pasmo, el arrobamiento y también la codicia —ha estado relacionado con 13 delitos, entre ellos varios intentos de robo, y sucesos violentos: desde un incendio hasta un intento de voladura por las SS nazis, episodio que es el núcleo central de la película Monuments Men—.

Después de seis años de trabajos de restauración, el políptico, formado por 12 paneles cuando está abierto —mide entonces 340 por 440 centímetros y es uno de los retablos de mayores dimensiones del norte de Europa—, regresa a su localización, la Catedral de San Bavón, sede de la diócesis de la ciudad belga de Gante.

Desprende un fulgor eléctrico

El espectáculo que ofrece el retablo, pintado en 1452 por los hermanos Hubert y Jan van Eyck, es extraordinario y conmovedor. Parece que la composición, basada en episodios de la narración bíblica sobre la redención del hombre por el sacrificio de Jesús, ha regresado de las sombras y desprende un fulgor eléctrico. Es también notable la conexión entre los hermanos, cuyos estilos, aunque levemente diferentes, se acoplaron con gran armonía.

Los Van Eyck se tomaron muy en serie la representación exhaustiva de cada detalle de las pobladas escenas bíblicas. Las telas y joyas, las iglesias y la naturaleza son de un realismo que no era habitual en el siglo XV. Los paisajes muestran una gran riqueza botánica, con especies no europeas.

Robado por Napoleón, los nazis quisieron dinamitarlo...

Muy mancillado por el tiempo, el humo de los incendios y los maltratos —fue robado por Napoleón, quemado por los calvinistas, vendido a escondidas por un clérigo renegado, codiciado por los nazis (que estuvieron a punto de dinamitarlo antes de la derrota), objetivo de bandas profesionales de ladrones de arte...—, el Altar ofrece ahora más razones para la estupefacción del espectador: es tal la excelencia del trabajo de los pintores que, por citar dos ejemplos de una infinidad, resulta posible adivinar los reflejos en el ojo de un caballo o distinguir cada uno de los pelos de la caballera en bucles de San Juan Bautista.

'Más cerca de los Van Eyck'

El Real Instituto para el Patrimonio Cultural (las siglas en neerlandés son KIK-IRPA), responsable de la gestión del proceso de restauración, ha lanzado una web interactiva llamada Más cerca de los Van Eyck donde es posible disfrutar, al menos virtualmente, del alcance de los trabajos —financiados con una subvención de la Fundación Getty de Los Ángeles (EE UU)—.

La nueva aplicación on line permite ampliar las imágenes, moverse por cada panel del retablo, acceder a fotografía con infrarrojos y rayos x , comparar detalles de las pinturas antes y después de la restauración y consultar abundante documentación sobre la obra y el proyecto.

Se confirma que pintaron los dos hermanos

Uno de los hallazgos más notables de la restauración es que ya se puede afirmar con certeza que Hubert Van Eyck —mucho menos conocido que su hermano— participó en el trabajo. Aunque se llegaron a formular dudas sobre la colaboración entre ambos, una inscripción datada como original ahora por los expertos confirma que estamos ante una obra que fue fruto del amor fraterno.

Otra sorprendente novedad es que buena parte de las pinturas de Jan habían sido cubiertas. Los expertos opinan que hasta el 70 por ciento de los paneles de las alas exteriores contenían repintes que quizá fueron intentos malogrados de reparación. La restauración ha logrado sacar al exterior las zonas originales, devolviendo a las escenas mayor profundidad, los tonos de piel originales y algunos ropajes que habían sido alterados.

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