El grupo automovilístico Volkswagen ha empezado a llamar  a revisión a una nueva ronda de coches que equipan la centralita manipulada para alterar la emisión de óxido nitroso (NOx).

La llamada a revisión, en esta ocasión, llega para todos los modelos que equipan un motor de 1.2 litros. Los primeros vehículos de esta cilindrada que ya pasan por taller son los Volkswagen Polo y los Seat Ibiza.

Estos dos modelos se unen así a los otros 20 con motor 2.0 que están siendo reparados desde principios de año: entre ellos nueve de la marca Volkswagen (Amarok, Passat, CC, Tiguan, Golf, Touran, Jetta, Scirocco y Caddy Multivan) cinco de Audi (A3, A4, A5, Q5 y A6), cuatro de Seat (Exeo, Altea, Ibiza y León) y dos de Skoda (Superb y Octavia). De este modo ya se están revisando 21 de los 39 modelos afectados por el llamado 'dieselgate'.

(*) En negrita, los modelos que ya están pasando por taller en los modelos 1.2 y 2.0.

El grupo alemán prosigue así la reparación de los 10,5 millones de vehículos afectados en todo el mundo por este fraude conocido como dieselgate que en España alcanzó a 683.626 unidades equipadas con el propulsor EA189, manipulado para ofrecer emisiones de un 20% a un 40% inferiores en los tests de homologación que en carretera.

A medida que Volkswagen recibe la autorización de la Oficina de Vehículos Motorizados (KBA) alemana para implentar la solución en cada modelo, inicia la ronda de llamadas a sus usuarios para pasar a taller. La compañía no detalla a qué modelo y capacidad de motor (1.2, 1.6 y 2.0 litros) corresponden los casi 700.000 vehículos fraudulentos y se limita a indicar los modelos con el visto bueno de las autoridades para ser revisados.

La filial de Volkswagen en España afirma que se ha contactado ya con el 100% de los clientes de nuestro país con un vehículo de propulsor 2.0 litros; y en esta segunda ronda, es el turno de contactar con los dueños de coches con motor de 1.2l. Sin embargo, fuentes de la compañía confirmaron a 20minutos en abril, que solo "una pequeña cantidad" de los autos equipan este motor 1.2l, mientras que la gran mayoría, "al 50%", se dividen entre las cilindradas 1.6 y 2.0l.

La intervención es gratuita para el cliente y Volkswagen dice que no impacta sobre las prestaciones del coche o en el consumo de carburante. Esto último es, precisamente, una de las temores de las asociaciones de usuarios. Organizaciones como OCU aconsejan un peritaje antes y después del arreglo para constatar que el auto no consume más carburantes tras la intervención. De ser así, el cliente habria recibido un coche sin las características prometidas y sería un "fraude publicitario", uno de los delitos que el juez  imputa a Volkswagen en la causa dirimida en la Audiencia Nacional.

La solución implantada para los  1.2 y 2.0 litros es sencilla; solo requiere reprogramar la centralita y el arreglo dura media hora. Pero la solución para los 1.6l es complicada. Por eso estos modelos aún no están siendo llamados a taller, aunque Volkswagen estima que todas las soluciones técnicas estarán en marcha antes de 2017 y espera recibir "próximamente" la autorización de la KBA a su propuesta para arreglar estos motores de 1.6 litros.

La solución es más difícil porque requiere incorporar una pieza al motor que estabilice el flujo de aire, elimine turbulencias y mejore la combustión. El grupo estimó en mayo que la solución estaría "entre el tercer y último trimestre" de 2016, pero aún no hay fecha ; y según fuentes de una de las marcas de Volkswagen, "es el motor afectado más común".