Así, el objetivo es detectar y prevenir las diferentes patologías más comunes en los niños en edades tempranas, ya que con la vuelta a las clases, padres y profesores las detectan con más facilidad.

Una asistencia temprana y una revisión a tiempo por el especialista, facilita la detección del problema y una mejor y más rápida solución. En concreto, según han informado desde el citado centro a través de un comunicado, desde la Unidad de Oftalmología Infantil se recomienda a partir de los cuatro años una revisión general de visión, pero también de la movilidad ocular. De estas revisiones pueden diagnosticarse diversos defectos refractivos que, a priori no pueden ser muy importantes, pero que atajados a tiempo pueden evitar en edades más avanzadas problemas como la miopía, hipermetropía o astigmatismo.

Otros problemas que se pueden detectar son casos de estrabismo, movimientos oculares erráticos, manchas, pupilas blancas o, en casos más específicos, corregir ciertas anomalías de la vista relacionadas con enfermedades crónicas como la diabetes.

En relación con los problemas auditivos, recomiendan estar muy pendiente de los niños a partir de su incorporación a las clases. Sufrir un problema auditivo durante la etapa escolar es más frecuente de lo que parece, pero no siempre es fácil descubrir una pérdida auditiva.

Por último, también los profesionales de las especialidades de Traumatología y Podología recomiendan revisiones para un adecuado crecimiento de la estructura ósea del menor. La coordinación entre ambas especialistas hace que se diferencien mejor los casos en que los problemas son específicamente del pie, o si por el contrario son derivados de otras lesiones o dolencias en espalda o cadera por ejemplo.