Según se declara probado, el acusado, que se dedicaba a la intermediación inmobiliaria, captó la atención de la pareja, que era propietaria de una casa en la barriada de las Flores, en Málaga capital, aprovechando el deseo de los ancianos de cambiar de vivienda porque el edificio no tenía ascensor, lo que suponía una dificultad para la mujer, que tenía problemas para caminar.

Entonces, dice la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, el procesado les propuso permutar su propiedad por la cesión del uso vitalicio de otro inmueble más adecuado a sus necesidades, mostrándoles una casa que les gustó. Con la "excusa" de que era necesario y "aprovechando el desconocimiento" del perjudicado, "logró que la pareja otorgara un amplísimo poder notarial".

Por medio de dicho poder, continúa la resolución, se le concedía a otro hombre, que ya ha sido juzgado por esta causa y que estaba concertado con el acusado, la facultad de vender la vivienda de los perjudicados, "que era lo que precisamente buscaba el procesado para hacerse con la misma". La vivienda se vendió en abril de 2007 a una pareja, también juzgada por este caso.

Unos meses después, señala la Sala, los compradores, que conocían el propósito del acusado y "siguiendo el plan trazado" por éste, le transmitieron el piso y, posteriormente, obtuvo un préstamo hipotecario por importe de 112.000 euros con la garantía del inmueble.

Por estos hechos, se condena al acusado por un delito de estafa, pues aunque el apoderamiento fue supervisado por un notario, que "no apreció razón de incapacidad que impidiera su viabilidad", eso "no excluye el engaño", según considera el Tribunal, ya que la intención del perjudicado "no era vender su piso, sino permutar su propiedad por la cesión del uso de otro mejor".

Para la Sala, el procesado es "el director de orquesta de la trama defraudatoria" y actuó "con total falta de escrúpulos con unas personas de avanzada edad", quienes no recibieron dinero alguno, entendiendo que esa venta fue "además de un paso previo para que el acusado se hiciese con la propiedad, un medio para obtener un préstamo hipotecario por un suculento importe".