Esta semana ha llegado a Syfy Halcyon, una serie en la que la ficción y la realidad virtual se dan la mano gracias a la tecnología Samsung Gear VR. Una miniserie revolucionaria tanto en su concepción y ejecución como en la forma en la que se presenta a los espectadores y que puede ser el prototipo o germen de una nueva forma de disfrutar del fenómeno seriéfilo.

Con en misterioso asesinato de un empresario como hilo central de su trama, Halcyon es un thriller futurista ambientado en el año 2040 que mezcla elementos más propios del videojuego con el desarrollo de un procedimental policiaco clásico. La serie está dividida en 15 entregas que incluyen 10 episodios cortos, intercalados con 5 episodios interactivos de RV con una clara vocación inmersiva para trasladar al espectador hasta lo más profundo de la historia.

Una mezcla de thriller policial con ciencia ficción que recuerda inevitablemente a títulos como Minority Report o la más reciente Black Mirror. Pero Halcyon va un paso más allá, tanto en su estructura narrativa como en la forma en la que el público la disfruta. Una experiencia transmedia que, más que un nuevo género, su director, Benjamin Arfmann, entiende como un paso más en la evolución de la series.

"No estoy seguro de que nuestro formato exacto vaya a llegar a convertirse en un nuevo género, pero creo al 100% que apunta hacia algo grande y nuevo: las historias inmersivas interactivas. Con la evolución de la Realidad Virtual, espero que acabemos viendo más y más de estos experimentos", afirma el director de Halcyon. Una ficción que, por su propia naturaleza y por el hecho de estar "constantemente cambiando de una experiencia pasivo (televisión tradicional) y otra activa (experiencia inmersiva en Realidad Virtual" encontró llena de "retos narrativos".

"Es posible hacer que las partes de Realidad Virtual sean esenciales para la historia de Halcyon, pero, ¿cómo incluir a la audiencia que no los vaya a poder ver, y que sólo puede seguir la narrativa por las vías tradicionales? Éstas eran las cosas con las que Stef (Stefan Grambart, director creativo de Halcyon) y yo nos peleábamos durante el proceso de creación de Halcyon", reconoce a la vez que confiesa que en muchos momentos, y como buenos pioneros, se movieron a ciegas por un terrero desconocido. "No teníamos una referencia para guiarnos, nadie ha intentado hacer esto antes", sentencia.

En todo caso, Arfmann presenta orgulloso lo que él define como una "extraña criatura híbrida" y reconoce que, pese a ser experiencias totalmente diferentes, disfrutó por igual el trabajo en los episodios convencionales y los de realidad virtual.

"La Realidad Virtual es algo completamente diferente, requiere captura de movimiento, diseño y doblaje. Aun así está muy centrado en la interpretación, pero a distintos niveles", señala el director que destaca que mientras que en la televisión tradicional se pone el énfasis "en la cara del actor mediante primeros planos" y en la comunicación no verbal, en Realidad Virtual el peso de la escena recae mucho más "en la interpretación vocal".

En este sentido, recuerda cómo el trabajo en los episodios de Realidad Virtual se acercó más al territorio del "diseño de videojuegos", un proceso muy colaborativo y repetitivo. "Se suele decir que la televisión y el cine tradicionales siguen un modelo de producción en cascada: empiezas con el guion, después rodaje y después postproducción. Cuando termina uno de los pasos no puedes volver atrás, porque ha estás en mitad de la cascada", pero en cambio, apunta el director, al trabajar con los capítulos de realidad virtual puedes "hacer cambios constantemente en cada sección de la historia probando, testando y redefiniendo rápidamente".