El actor Ethan Hawke, la primera gran estrella de Hollywood que brilla este año el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, ha llegado hoy a la capital guipuzcoana, donde "se ha mojado" por sus fans, a los que ha atendido en medio de un importante chaparrón.

Hawke ha arribado al Hotel María Cristina pasadas las 13.30 horas y, sorprendido por la presencia de numerosos aficionados que le aguardaban bajo la lluvia, ha decidido atenderlos en la medida de lo posible a pesar de las adversas condiciones.

Ataviado con una gorra azul, gafas de pasta y una cazadora bomber verde que se ha atado al bajar del coche, el actor ha rechazado el paraguas que le ofrecía un solícito integrante de la organización del Zinemaldia y se ha dedicado a firmar autógrafos, hacerse fotos y apretar manos bajo la lluvia.

Entre apelaciones y gritos, incluida alguna declaración de amor, el actor estadounidense ha tratado de contentar al mayor número de fans y, finalmente, se ha refugiado en el interior del lujoso hotel, el que acoge a las más ilustres personalidades del Festival.

Ethan Hawke recibirá el sábado el primer Premio Donostia de esta 64 edición del Festival -el segundo es para Sigourney Weaver-, que proyectará su última película, la nueva versión de Los siete magníficos que firma el director Antoine Fuqua.