Los manifestantes del "Fora Temer" (Fuera Temer, en alusión al hoy presidente de Brasil, Michel Temer), han venido marchando desde que comenzó el proceso de impeachment de la presidenta Dilma Rousseff.

Estas se han sucedido tanto coincidiendo con las Olimpiadas de Río 2016 como durante la última etapa del proceso. El día que Rousseff intervino en el Senado en una maratoniana sesión de más de 12 horas, manifestantes salieron a las calles en ciudades como Brasilia -frente al Parlamento-, Río de Janeiro y Sao Paulo. Lo mismo viene ocurriendo desde que Temer asumió la presidencia, especialmente en Sao Paulo, donde los manifestantes han marchado durante siete días consecutivos y donde se han llegado a reunir unas 100 mil personas.

Como respuesta, durante estas jornadas la emblemática Avenida Paulista se ha blindado y la Policía ha cerrado el paso en algunos casos a las marchas para que no pasasen frente a la FIESP, Federación de Industrias y Empresas de Sao Paulo, patronal que durante los últimos meses ha apoyado activa y económicamente el impeachment.

Además se han visto detenciones "arbitrarias" y "uso excesivo de la fuerza" por parte de la Policía, que ha reprimido duramente las manifestaciones, según activistas y organizaciones como Amnistía Internacional.

No todos los que salen a las calles son petistas (simpatizantes o militantes del Partido do Trabalhadores, PT, de Dilma y Lula), sino que muchos de los que defienden a la presidenta suspendida también se echaron a las calles en 2013 en las marchas que pidieron mejoras sociales antes del Mundial de Brasil.

Aunque Dilma no sea necesariamente santo de su devoción, lo que aseguran es que el proceso de impeachment es turbio y jurídicamente discutible y protestan porque:

-Por los cargos: a Dilma se la acusó de maniobras fiscales ilegales, aunque, tras un peritaje pedido por su defensa, se probó que Rousseff no participó en ellas, ni directa ni indirectamente. Por ello, tanto la presidenta como su defensa argumentan que el juicio político era jurídicamente ilegítimo. Pero además, estas mismas maniobras fiscales no solo fueron realizadas con normalidad por anteriores gobiernos, sino que hoy ya no son delito: pocos días después del impeachment, el Senado las declaró legales.

-Por los 'jueces': a los opositores que impulsaron el proceso y que votaron a favor de su destitución "se les acusa de más corruptión que a ella". Así tituló el Los Ángeles Times, y así lo asegura el reportaje de la Agencia Pública que muestra que al menos 17 de los senadores que la destituyeron hicieron maniobras fiscales impunemente.

-Por el Gobierno de Temer: varios ministros de Temer están investigados en la trama Lava-Jato, (Lavacoches), la misma que incrimina al partido de Dilma. Algunos dimitieron por ello. No así el propio Temer, quien también está salpicado por la trama y por cargos ateriores que lo hacen "inelegible", es decir, legalmente incapacitado para presentarse para el cargo en unas elecciones.

- Porque quieren elecciones: a Temer, el 'inelegible', no le ha hecho falta presentarse a las elecciones para ser presidente, pues de 'vice' pasó a ser jefe de Estado por decisión de los senadores. Por ello miles de brasileños consideran que esto no respeta la voluntad de las urnas y piden elecciones directas. #DiretasJá es el nuevo TT que se suma al archiconocido #ForaTemer.

-Por la tesis del Golpe: los defensores de Rousseff aseguran que, por todo lo anterior, el proceso es un 'Golpe blanco', una maniobra para sacar a la presidenta del poder, premeditada y puramente política. Varias grabaciones, que han costado el cargo a dos ministros del Gobierno Temer, apoyan esta tesis.

-Por la agenda del Gobierno interino: al contrario de lo que ocurre en España, donde el Gobierno interino no tiene plenos poderes y no puede nombrar ministros, el Gobierno Temer marcó un radical giro conservador desde su inicio. Íntegramente formado por "hombres ricos, blancos y de mediana edad", como se refieren a ellos en los medios brasileños, su agenda es controvertida e incluye privatizar "todo lo que sea posible", (lo que incluye la gestión de cárceles, escuelas y guarderías), cambios en la ley del trabajo -líderes de la patronal hablan de exteder la jornada laboral a 80 horas semanales, entre otras muchas medidas.

-Por la violencia policial: se calcula que la Policía brasileña es la que más mata en el mundo. Y además la de Sao Paulo, Estado gobernado por el conservador PSDB, ha protagonizado no pocos episodios de violencia excesiva en los últimos años.

Hoy, la represión de las marchas contra Temer es en sí mismo un motivo de protesta, y Amnistía Internacional pide que se respete el derecho de manifestación, después de casos como el de la joven Debora Fabri, que ha perdido la vision en un ojo y ataques a periodistas como el reportero de la BBC. A esto se suma la detención de varios jóvenes en cuyas mochilas los Policías plantaron explosivos, según un video divulgado en los medios locales.