Un hombre ataviado con mallas azules y una capa roja levanta un coche para salvar a un inocente transeúnte. Esa fue la primera vez que vimos a Superman, en el año 1938, dentro del número uno de Action Comics, la futura DC.

Las pocas copias que quedan de aquel cómic se venden a precio de joya entre los coleccionistas más acaudalados. La última que se ha podido comprar- dentro de una subasta organizada por la Heritage Auction Dallas, en Texas) se ha vendido a un precio de 900.000 euros.

A pesar del dibujo poco acabado y el guión simple para cualquier amante del tebeo, el número 1 de Action Comics simboliza el inicio del arte de narrar historias a través de dibujos, así como la presentación de uno de los primeros superhéroes del siglo XX, que ha participado en películas y series de televisión durante casi un siglo.

Aunque su secreto mejor guardado (su doble identidad con el periodista Clark Kent, del que solo le separan unas gafas) sea conocido por millones de personas en todo el mundo, sus primeras apariciones seguirán siendo piezas de museo.