Mariano Rajoy dio este martes un paso adelante demostrando que no está tan solo cómo parece en su camino hacia la investidura. Con 137 escaños, el aspirante del PP logró aupar a la Presidencia del Congreso a Ana Pastor, amiga personal y una de sus más fieles colaboradoras, gracias al apoyo expreso de Ciudadanos (32). Pero Rajoy contó, además, con la colaboración de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC, 8) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV, 5), que no solo se negaron a apoyar al candidato alternativo, el socialista Patxi López, sino que prestaron parte de sus votos para asegurar las vicepresidencias propuestas por el PP y Ciudadanos, reforzando, con ello, la mayoría conservadora en Mesa de la cámara.

Rajoy se garantizó los votos de Ciudadanos cediendo a los naranja dos de los cinco puestos que le correspondían en el órgano de gobierno: la vicepresidencia primera y la cuarta secretaría. Al aceptarlos, Albert Rivera incumplió una de las premisas centrales de su campaña, según la cual la dirección del Parlamento no debería estar en manos del mismo partido que puede ostentar el Gobierno, pero se hizo con el papel de árbitro en el órgano que decide qué y cuándo se debate.

El fracaso del PSOE (85 representantes) a la hora de recabar apoyos para el ex lehendakari López, que alcanzó 155 votos frente a los 169 de Ana Pastor, hizo el resto. "No imaginaba que el señor Homs [Francesc Homs portavoz de CDC] fuera a apoyar a quienes le quieren meter en la cárcel", criticó Pablo Iglesias, líder de Podemos (71 votos contando con las confluencias), que terminó alineándose con el PSOE para tratar de evitar una mayoría de derechas. "No aguantamos que quieran hacernos víctimas o chivo expiatorio de sus fracasos", contestó el representante de Esquerra Republicana, Joan Tardá, cuyos diputados (9) tampoco avalaron a Patxi López.

La sorpresa se produjo durante la elección de las cuatro vicepresidencias de la Cámara. La popular Rosa Romero cosechó 83 votos de su grupo, que sumó el resto de sus asientos a los de Ciudadanos para asegurar el puesto del naranja Ignacio Prendes. Este, sin embargo, consiguió 96 papeletas a su favor, diez más de lo necesario.

Los parlamentarios del PP consultados por 20minutos atribuyeron ese respaldo a CDC, al PNV y Coalición Canaria (CC, 1 voto). Los populares han garantizado grupo propio a los conservadores catalanes aunque no cumplen los requisitos necesarios -15% de los votos de las circunscripciones en que se presentó o 5% del total de ellas- y han prestado a los vascos uno de sus asientos en la Mesa del Senado, a pesar de que tampoco tenían derecho a él. CC prometió su apoyo a cambio de concesiones a nivel regional.

"Hemos metido la papeleta en blanco en todas las rondas", aseguró un portavoz del PNV a preguntas de este diario. Francesc Homs negó haber prestado su voto para esta maniobra y se escudó en el secreto del sufragio al ser preguntado por la decisión de sus compañeros de grupo, según recogió la agencia Europa Press.

Génova separa lo sucedido este martes de un futuro apoyo a la investidura de Mariano Rajoy por parte de los nacionalistas. "Lo importante es que hemos roto la soledad y que la dinámica es otra. Hay que esperar, pero las cosas están cambiando de color", valoró a 20minutos un miembro de la dirección del PP. "Nadie da nada a cambio de nada, lógicamente. Es un buen síntoma. Si alguien puede conseguirlo, ese es Rajoy", afirmó una dirigente autonómica.

El objetivo último del PP es convencer a Ciudadanos de que cambie su anunciada abstención por un 'sí' y que el PSOE modifique su 'no' por una abstención. "Pedro Sánchez ha visto hoy que está solo. Ya, ni puede contar con los nacionalistas. Ahora hay que dejar que madure lo que ha pasado. Si vamos a la investidura el 3 de agosto, no podrá justificar el bloqueo del Gobierno", insiste un diputado conservador.

A la vista del resultado, el socialista Antonio Hernando emplazó a Mariano Rajoy a llevar estos apoyos, con los que obtendría la mayoría absoluta, a la sesión de investidura. "Ha demostrado que puede pactar con nacionalistas e independentistas", sentenció. El propio Rajoy compareció a continuación para insistir en que no irá a pedir la confianza del Parlamento si no tiene apoyos: "Yo quiero gobernar y pido que se me deje gobernar y que no haya bloqueo. Si no, tendremos que abrir una reflexión".