Los empresarios tienen claro cuáles deben ser sus prioridades y por dónde deben ir sus estrategias de negocio. La última encuesta realizada por la consultora KPMG a más de 1.300 ejecutivos del país recoge las principales peticiones de las pymes para el corto y medio plazo.

En primer lugar piden que se reduzca la burocracia para simplificar las relaciones con las administraciones. Por ejemplo, España es uno de los países donde más dificultades existen a la hora de crear una empresa: la media en el número de trámites que se deben realizar es de 9,4, mientras que en la Unión Europea es de 5,2.

En total, se tardan unos 17 y 11,6 días, respectivamente, de acuerdo con Doing Business (Grupo Banco Mundial).

El segundo aspecto que demandan al nuevo Gobierno es apoyo para fomentar la educación, la formación y el desarrollo de competencias para poder disponer de una fuerza laboral altamente cualificada, según detalla KPMG.

Y, en tercer lugar, una de cada cinco empresas también quiere que se establezcan medidas para promover la innovación, además de considerar necesaria una reforma fiscal.

En cuanto a prioridades estratégicas para el presente año, la transformación de la compañía, referida a cambios de estructura, procesos, funciones o personas es la principal que señalan los ejecutivos preguntados.

Por otro lado, dos de cada cinco entidades apostarán por la innovación, ya sea a través de la incorporación de nuevas tecnologías para que el negocio sea más eficiente, o innovando en productos y servicios para satisfacer las necesidades o peticiones de los consumidores.

Por otro lado, y de acuerdo con un estudio realizado por Cepyme y la escuela de negocios EADA, el 76% de las pymes tiene como prioridad en la gestión el esfuerzo de la comercialización de los productos, y únicamente un 12% se plantea una reducción de los precios de los productos para aumentar el volumen de ventas.

En cuanto a las amenazas propias para el negocio, las compañías sitúan como las tres principales la incertidumbre política y legal; la carga regulatoria y la falta de flexibilización en las relaciones laborales. La inestabilidad en los mercados internacionales también se contempla como inconveniente. Y a pesar de todo, un 65% de las pymes espera aumentar las ventas este ejercicio.

A nivel conjunto de la economía, los temores son fundamentalmente por la falta de formación de Gobierno,  las tensiones geopolíticas y el debilitamiento de algunas economías europeas o de países emergentes. Hay que tener en cuenta que más del 70% de la facturación de las pymes proviene del exterior.

Sobre las previsiones por áreas de actividad, turismo y ocio son los sectores que manejan mejores pronósticos. Para KPMG se debe a que España espera seguir batiendo récord en la entrada de turistas extranjeros.

Automoción es otro de los negocios que se mantiene optimista, ya que prevé superar  los tres millones de unidades fabricadas en 2017.

Las empresas y los trabajadores relacionados con las infraestructuras son los peor parados por el fuerte descenso de inversiones registrado en los últimos años, especialmente en obra pública.

A nivel mundial, las preocupaciones de las pequeñas y medianas compañías se centran en la debilidad del consumo, la alta competencia y la caída de los precios, según un estudio elaborado por Zurich y publicado a finales del ejercicio pasado. También alerta la posible pérdida de proveedores y las consecuencias que pueda tener un ataque informático en la propia compañía.

En cambio, la reducción de costes y gastos se considera la principal oportunidad para la obtención de una ventaja competitiva.

En opinión de José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio, la ciberseguridad no es hoy una prioridad para las empresas españolas, especialmente para las pymes, y debería serlo. En el último año se detectaron un 180% más de incidentes en nuestro país. En el mundo causan a las compañías unas pérdidas de más de 14.000 millones al año.