Nino Torre, asturiano y abogado de 31 años, se encuentra en la recta final de su mandato al frente de Juventudes Socialistas, que cuenta con 12.000 militantes y de la que forma parte desde los 14 años. Encuadrado en el llamado sector crítico con Ferraz, acaba de ser apartado del Comité Electoral que dirigirá la campaña del 26-J, en el que tradicionalmente tiene presencia la organización juvenil. Y ello a pesar de que, según todas las encuestas, los jóvenes y las clases medias urbanas constituyen el principal agujero por donde pierden votos los socialistas.

¿Qué le pasa al PSOE con el voto joven?

Hay que diferenciar entre la horquilla de 18-24 años y la de 25-35. En esta última, que es mi generación, estamos muy mal, fundamentalmente por dos razones. La primera, el desempleo y lo que yo llamo la ruptura de la promesa de futuro. Somos una generación que cuando estábamos en la facultad nos decían que si estudiábamos, hacíamos un master y aprendíamos otro idioma pues que íbamos a ser la hostia, íbamos a tener un buen trabajo, ganar dinero, nos iba a ir bien. Y resulta que te encuentra con 28 o 29 años y que no encuentras trabajo, o los que encuentras son totalmente precarios, y ya estás en una época de tu vida en la que quieres cierta estabilidad, poder emanciparte, y ves que eso no ocurre. Y lo que es más grave, te ves sin visos de un futuro mejor. Eso frustra mucho, y se culpa al PSOE, que es quien gobernaba cuando empezó la crisis económica. La segunda razón es el recuerdo de nuestros señores de gobierno. Los dos últimos años de [José Luis Rodríguez] Zapatero fueron muy duros, y la ciudadanía en general y los jóvenes en particular, pues lo recuerdan. La reforma del artículo 135 de la Constitución, la reforma laboral... Muchos jóvenes de esa generación cuando votamos por primera vez lo hicimos a Zapatero, que debió su gran victoria al voto joven, y muchos se vieron traicionados, y ahora nos va a costar trabajo recuperarlos. Y después añádele todo esto de la corrupción, que el PP tiene más, pero también ha habido, y al final la conclusión es que se necesita un cambio en el país que no puede liderar ni PP ni PSOE, y de ahí la aparición de nuevos partidos.

Y en ese contexto, ¿cómo explica que Ferraz haya apartado a sus juventudes del Comité Electoral?

Es una decisión que no comparto, pero ya está, hay que restarle trascendencia. Hay unas elecciones el 26 de junio y lo que nos toca es hacer una campaña lo mejor posible. Respeto la decisión y vamos a ofrecer la máxima coordinación con el partido, vamos a echar el 200% para que Pedro sea el presidente del Gobierno, pero no compartimos ni estamos de acuerdo con esa decisión.

¿Tiene algo que ver el hecho de que se le encuadre dentro del llamado sector crítico?

Espero que no y quiero creer que no, porque eso sería una decisión sectaria, en virtud de si estás más cercano a ellos o no. Considero a Pedro [Sánchez] una persona inteligente y sensata, y estoy seguro de que ni él ni su equipo tomarían decisiones por sectarismo. Estoy seguro de que no es esa la razón. Será por operatividad, como nos han dicho.

Viene de una familia de tradición socialista y milita desde los 14 años. No debe de ser fácil para usted el momento que atraviesa el partido, encandenando sus peores resultados históricos...

No, no es fácil, y es triste. No solo para mí, que soy socialista, de izquierdas y también muy de partido... Es duro ver que el PSOE no atraviesa sus mejores momentos, con solo 90 escaños y sin ese apoyo social que teníamos hace 10 o 15 años. Se sufre.

¿A qué atribuye esos malos resultados?

Pues al desgaste del gobierno. Practicamente dos tercios de nuestra historia democrática han gobernado los socialistas. Hemos vivido la mayor crisis económica y financiera que hayamos conocido y nos ha tocado gobernando. Hay miles de familias que lo están pasado muy mal y nos responsabilizan a los socialistas de lo que está pasando. Es lógico, yo lo entiendo. Es normal que cuando has gobernado este país durante tanto tiempo la gente te responsabilice de la situación actual.

Sí, pero el PP tambíén ha gobernado, y también durante la crisis, y sus resultados no son tan malos

La izquierda es mucho más crítica, y cuando no está contenta con los gobiernos suele ser mucho más abstencionista. Y la derecha tiene un voto mucho más fiel. Yo siempre digo que con la derecha da un poco igual lo que ocurra, que hay una serie de millones de españoles que la van a votar siempre.

¿Qué tiene Podemos que no tenga el PSOE?

Es un partido nuevo, no tiene mochila, así que puede criticar todo lo posible. Evidentemente nos equivocamos, pero es que en esta vida quien toma decisiones todos los días es quien se equivoca, si no no seríamos humanos. Y los gobiernos pues tienen un presupuesto, tienen que gestionar, y yo siempre digo que la izquierda real es la que se da de bruces con la realidad cuando gobierna. Yo a veces escucho los programas electorales de Podemos y digo claro, está muy bien, a mí también me gustaría que nos jubiláramos a los 63 años, que todo el mundo tuviese un salario social... Todo eso es muy bonito, pero es que no es real ni es posible. Tienen un discurso bonito en el que a todo el mundo le dicen lo que quieren escuchar, con soluciones mágicas para todo. Es la novedad, tienen gente joven, con formas nuevas, y todo ello hace que se convierta en un proyecto atractivo para mucha gente que está cabreada con los grandes partidos y con la política en general. Han sido capaces de beneficiarse de ese cabreo. Pero también se han visto sus contradicciones, porque si ves su programa de las europeas y el de ahora... No puede ser que un partido en cuestión de año y medio cambie tanto... No es serio, cambia de idea en función de sus intereses. El PSOE tiene que seguir apelando a lo que es la historia de este partido. Con errores, sí, pero también con muchos aciertos.

¿Y de la mochila del PSOE, qué le pesa especialmente?

Me pesa la reforma del 135 de la Constitución. Nunca antes se había reformado en la historia democrática de nuestro país, desde el año 78, y vamos y la reformamos en pleno mes de agosto, en una tarde, de prisa y corriendo y pactando con el PP. Pues hombre, me pesa y me fastidia.

Mirando no solo a España, sino a toda Europa, ¿diría que la socialdemocracia está en crisis?

Sí lo está. Tenemos que adaptarnos al siglo XXI, a una sociedad cambiante, modernizar nuestros proyectos políticos y discursos, y sobre todo, ser capaces de combatir a estos nuevos partidos emergentes.  No solo ocurren en España... son populistas y se aprovechan de la frustración y desesperación de la gente para sacar unos resultados electorales. Antes de que existiera Podemos aquí existía Beppe Grillo en Italia, el Partido Pirata en Alemania, el Frente Nacional en Francia, Ukip en Reino Unido, Amanecer Dorado en Grecia...

¿Está comparando a Podemos con el Frente Nacional y con Amanecer Dorado?

Ideológicamente no, pero tienen en común la irrupción del populismo, que siempre surge cuando hay una sociedad fracturada, pasándolo mal y dolida con la política y las instituciones.

¿Hay miedo a la alianza Podemos-IU?

Yo no lo tengo, creo que no va a haber sorpasso, sinceramente, porque 5 +1 no son seis millones. De inicio hay mucha gente que no va a volver a votar a Podemos, y lo que están haciendo es taponar su fuga de votos con los votos de IU. Hay ejemplos, ¿ERC y CDC sacaron en JxSí lo que sacaban por separado? Pues no. ¿Que queden cerca? pues no lo sé, ojalá no, haremos campaña para que no ocurra. Evidentemente juntos cobran más potencia, pero sorpasso, creo que no. De todas formas, me alegro de que Pablo Iglesias, que decía que Podemos iba a ser un partido transversal, vuelva a sus orígenes, porque siempre ha sido muy cercano a la ideología comunista. Me alegro de que se quiten la careta y los españoles vean donde están colocados ideológicamente, que es en la extrema izquierda.

Pero si se diera el sorpasso, ¿qué supondría?

Que por primera vez el gran partido de izquierdas de este país no sería el PSOE. Sería muy duro y difícil levantarse de eso. Nos levantaríamos, porque es el PSOE, y este partido ha tenido cárcel, represión, muerte... y estoy seguro de que nos levantaríamos, pero sería muy complicado.

El argumento de Pedro Sánchez para no pactar con Podemos en la pasada legislatura ha sido que la izquierda no sumaba. ¿Qué pasará si tras el 26-J sí suma?

¿Si da 176 escaños? Hombre, ahí no hay duda. Vamos, yo no la tengo, pero no puedo hablar en nombre del partido.

¿Aunque ellos quedasen primeros?

Ese escenario no va a ocurrir, no lo veo.

¿Cuál cree que ha sido el mayor error de Pedro Sánchez desde que es secretario general del PSOE y cuál su principal acierto?

Algo que hay que agradecerle es que ha pateado España muchísimas veces, trabaja 15 horas al día y desde que fue elegido no ha parado. Pero quizá, de alguna manera, siempre se le vio más pendiente de la gobernabilidad, de ser presidente del gobierno, que de ser secretario general del partido, en cuanto a lo que es el trabajo de partido, no solo de puertas afuera. Y si tuviera que hacer una crítica no sería a él, sería a la dirección o al partido en general, y es que en algunos momentos tenemos un discurso que no termina de ser nítido. Por ejemplo, ¿vamos a derogar la reforma laboral completamente o no? Dijimos que sí en campaña, pero firmamos el pacto con Ciudadanos y Rivera dijo que no, y si en estas cosas no tenemos un discurso muy claro la gente no nos vota y tenemos un ma resultado electoral de 90 escaños, precisamente por algunos aspectos como este, que preocupa mucho a la gente porque fue una máquina de destrucción de empleo.

¿Cree que Eduardo Madina debería ir en un puesto de la lista que le garantizase un escaño?

Desde luego. Eduardo Madina es uno de los mejores líderes que tiene este partido, una cabeza muy bien amueblada, y es una persona que conecta muy bien con los jóvenes y con las clases medias urbanas. Es una de las personas más queridas y reconocidas en el progresismo español, fuera de lo que es internaente el PSOE. Que una figura así no esté en el Congreso de los Diputados sería un tremendo error.

¿Cuál es el principal punto de choque de las Juventudes con sus mayores?

Históricamente siempre ha sido la república. Es el asunto estrella, aunque con la abdicación de Juan Carlos I se ha visto que no había esa masa social que yo pensaba que iba a armar mucho revuelo. Me sorpendió. Nosotros defendemos que la ciudadanía pueda elegir libremente, y defendemos que en la Constitución hay encaje, en el artículo 92. Defendemos que haya un referéndum y que cada ciudadano vote libremente, que la gente pueda elegir libremente qué modelo de Estado quiere

¿Y qué opina entonces sobre el derecho a decidir?

Yo soy totalmente contrario al derecho a decidir en Cataluña. Es ilegal, y me parece un insulto a la inteligencia que apelando al derecho de la autodeterminación de los pueblos comparen el caso catalán con el caso del Sáhara. Allí ni está oprimidos, ni hay una dictadura, ni sufren exilio, ni cárcel. Como dice mi presidente de Asturias, Javier Fernández, no es derecho a decidir, es derecho a dividir a los españoles, y yo defenderé siempre que no se permita un referéndum de independencia en Cataluña. Nosotros y el PSOE estamos convencidos de poner en marcha, si gobernamos, una reforma constitucional que se va a poder votar en Cataluña y en toda España, y vamos a trabajar para que en Cataluña salga mayoritariamente el sí a la reforma de la Constitución, ahí ya estás preguntando en un referéndum. El camino es el federalismo, un paso más allá del estado de las autonomías.

¿Cómo ve el futuro del PSOE a medio plazo?

(Risas) Los congresos no son malos. El PSOE sale siemrpe reforzado de cada congreso. No solo por la elección de un nuevo líder, sino también por sentarnos y debatir acerca del programa político, del partido... En el próximo aprovecharemos para armar nuestro discurso programático e ideológico, para actualizar nuestro proyecto político, y luego habrá una competición en la que, el fin de semana anterior, pues se decidirá por un militante, un voto. Y bueno, en un futuro nos veo gobernando.

¿Y tiene algún favorito o favorita para esa competición?

Cuando llegue el momento lo diré, porque otra cosa es enredar. Además hay unas elecciones ahora.

¿Con quién preferiría irse de copas, con Pablo Iglesias o con Albert Rivera?

Con Iglesias, seguramente. Porque estoy seguro de que los bares y el entorno serían más parecidos a los que yo me muevo. Rivera me pega más en una discoteca pija de Serrano. Aunque seguro que estaría muy cómodo conversando con Rivera.

¿Cuáles son sus planes una vez deje las Juventudes?

Pues soy parlamentario autonómico, diputado en el Parlamento de Asturias, y soy abogado de profesión, licenciado en derecho y colegiado en el Colegio de Abogados de Oviedo. Sigo siendo socio del despacho de abogados en el que trabajé hasta que entré en el Parlamento. Mi plan es seguir siendo parlamentario, y ya se verá. Si sigo en política bien y si no, tengo ahí mi profesión.