El párroco de Arroyomolinos (Cáceres), acusado de presuntos abusos a menores, ha sido puesto en libertad provisional tras haber estado cerca de tres horas declarando en el juzgado de guardia de Cáceres.

El juez ha decretado la libertad provisional para el sacerdote, que ha declarado en calidad de investigado, con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada meses ante el juzgado, según han informado fuentes judiciales.

Como medida cautelar, se ha dictado una orden de alejamiento sobre dos personas.

El párroco fue detenido el pasado viernes y, desde entonces, ha permanecido en las instalaciones de la comisaría de la Policía Nacional en Cáceres, hasta que este domingo a mediodía ha pasado a disposición judicial.

El pueblo de Arroyomolinos, en donde ejercía desde 2014, está "sorprendido" por el suceso, así como la Diócesis de Coria-Cáceres, según informó el sábado su portavoz, Jesús Moreno.

Pese a que el acusado goza de la presunción de inocencia, el Obispado de Coria-Cáceres ha decidido apartarle del ejercicio de su ministerio hasta la conclusión del proceso judicial.

Toma esta determinación "pensando en el bien del Pueblo de Dios", "por la resonancia social que el hecho ya está teniendo" y "para salvaguardar todos los derechos", según informó en un comunicado.