Los inmigrantes del campo de Calais saquean camiones y se enfrentan a la Policía

  • La televisión francesa 'France 2' indica que ha habido cuatro detenidos.
  • Varios hombres lanzaron proyectiles contra camiones en los alrededores del campo de Calais, que está siendo desalojado desde este lunes.
  • La Policía ha utilizado gases lacrimógenos para hacer frente a los responsables.
  • Desde el Gobierno, proponen frente a los desalojados una residencia alternativa.
Varios refugiados bloquean la carretera tras el desmantelamiento de parte del campo de inmigrantes, conocido como "la jungla", en Calais.
Varios refugiados bloquean la carretera tras el desmantelamiento de parte del campo de inmigrantes, conocido como "la jungla", en Calais.
EFE
Varios refugiados bloquean la carretera tras el desmantelamiento de parte del campo de inmigrantes, conocido como "la jungla", en Calais.

Los trabajos de desmantelamiento parcial del campamento de inmigrantes y refugiados instalado en las afueras de la localidad francesa de Calais, también conocido como la 'jungla', se han visto marcados por los enfrentamientos en la tarde de este lunes. Inmigrantes del campamento atacaron camiones y se enfrentaron a la policía.

Unos 20 operarios fuertemente escoltados por agentes de Policía se han encargado de desmantelar la mayor parte del campamento, salvo las instalaciones de uso común —una escuela y un teatro—, según las informaciones facilitadas por el diario francés 'Le Monde'.

La Policía ha utilizado gases lacrimógenos y cañones de agua para hacer frente a los responsables de los incidentes. Por su parte, el canal de televisión "France 2" indicó que cuatro personas fueron detenidas por los altercados de los inmigrantes que irrumpieron hacia medianoche en las carreteras próximas al campamento, entre ellos tres miembros del grupo 'No Borders' (Sin Fronteras) que aboga por la abolición de las fronteras.

El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, destacó en un comunicado de su departamento, que once policías resultaron heridos leves por esas agresiones.

Pese a que en un primer momento los trabajos transcurrieron sin incidentes, después de mediodía alrededor de 150 los ocupantes de "la jungla" empezaron a lanzar objetos a los agentes desplazados al lugar como signo de protesta ante el desmantelamiento y contra la destrucción de sus chabolas fuera del campamento.

En las imágenes se puede ver cómo varios hombres lanzaban diferentes tipos de proyectiles a los camiones, a los que también golpeaban con barras.

En el origen de este estallido está el desmantelamiento de la parte sur de "la jungla" decidida por el Gobierno francés, que empezó a gran escala este lunes por la mañana con la llegada de excavadoras y de decenas de agentes antidisturbios para proteger el trabajo de destrucción de chabolas.

El Ejecutivo francés pretende reducir la presión de los varios miles de inmigrantes y refugiados que hay en Calais, que huyen de la pobreza, la guerra y la violencia, muchos de ellos de Afganistán, Irak y Siria, llegaron en 2015 con intención de pasar de forma clandestina al Reino Unido.

La mayoría de los inmigrantes y refugiados intentan subirse ilegalmente a los trenes y camiones que cruzan el Canal de la Mancha, para luego intentar reunificar a su familia desde territorio británico.  La presencia de los inmigrantes y refugiados en el campamento ha derivado en tensiones con la población local, lo que ha hecho a la Policía mantener allí un destacamento permanente.

Para ello proponen frente a los desalojados de "la jungla" una residencia alternativa en otras regiones de Francia. Bernard Cazeneuve, aseguró la semana pasada que las autoridades trabajarán en coordinación con las organizaciones humanitarias para realojar a los inmigrantes en un parque cercano con contenedores y en otros centros de recepción de Francia. Además, aseguró que "el activismo de un puñado de militantes de No Borders extremistas y violentos no cambiará nada" en los planes de desmantelamiento.

"¿Esta es vuestra paz?"

Aunque a la propuesta de un realojamiento, muchos de ellos no la aceptan puesto que, por un lado, eso les aleja del Reino Unido —que es su objetivo— y, por otro, les obliga a registrarse y a ser fichados, lo que acaba con sus opciones de pedir asilo en ese país.

Ahmed, un sirio de 24 años, miraba con lágrimas en los ojos la destrucción de lo que ha sido durante los últimos meses su casa, levantada con maderas y lona. Abandonó anoche la vivienda después de que operarios de la Prefectura le avisaran de que iba a ser destruida. De momento se ha instalado más al norte, aunque no sabe cuál será su futuro.

Como él, decenas de inmigrantes asistían a la destrucción del campamento, algunos subidos a los tejados de las chabolas más próximas con carteles reivindicativos.

"¿Es ésta vuestra paz?", rezaba uno de esos carteles, mientras que, al lado, en otro se podía leer: "Vine a buscar la libertad a Europa pero no la he encontrado".

El ambiente general entre los que se resistían a abandonar el campamento es de decepción.

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