La apertura imprudente de la tapa de la fosa séptica de la piscifactoría de Illana (Guadalajara), a cargo del hijo del propietario de la instalación, desencadenó el siniestro ocurrido ayer que costó la vida a cuatro personas.

Según confirmó el subdelegado del Gobierno en la provincia, Juan Pablo Herranz, fue A.O.A., de 23 años, quien abrió la tapa de la fosa séptica para desatascar una rejilla, lo que motivó que, con ese acto, se produjera la emanación de gases tóxicos.

Muertes

Esto causó el desvanecimiento del joven y la asfixia, hechos que se repitieron de forma encadenada con su padre, F.O.M., de 58 años, ambos, y el matrimonio formado por J.C.H.R., de 36 años, y C.C.G., de 36 años, que residían en una vivienda situada en el recinto.

Según Juan Pablo Herranz, así consta en el informe elaborado por la Guardia Civil que será remitido al juzgado que se encarga del caso.

Por otra parte, fuentes de la Subdelegación del Gobierno confirmaron que de la autopsia practicada a los cuerpos de los cuatro fallecidos se desprende que la causa de la muerte fue la falta de oxígeno.

Dos de los fallecidos, el propietario de la instalación y su hijo, serán enterrados a las 18.00 horas de hoy en Boadilla del Monte (Madrid), según confirmaron fuentes del Consistorio del municipio guadalajareño.

Los cuerpos de las otras dos personas que perdieron la vida se trasladarán hasta el tanatorio de la M-30 de Madrid, donde serán incinerados.

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