La compraventa de viviendas repuntó el 11,1% en 2015 respecto al año anterior, hasta las 354.132 operaciones, con lo que este indicador económico encadenó dos años consecutivos al alza y lo hizo apoyado en el mercado de segunda mano, según los datos de transmisiones de derechos de la propiedad publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El incremento de 2015 es el mayor desde el inicio de la serie histórica en 2007. En 2013, la compraventa de casas bajó el 1,9%, en 2012 el 11,5%, en 2011 el 18,1%, en 2009 el 25,1% y en 2008 el 28,8%. En 2010, fue el único año que cerró en positivo, con un alza del 6,3%.

Sin embargo, las 354.132 viviendas vendidas en 2015 aún son menos de las que se vendieron en 2011, el último año antes de que Rajoy comenzase su primer curso completo de legislatura. Aquel año se compraron 359.824 casas, cinco mil más que en el último ejercio. Y sin embargo, ambas cifras están muy lejos de las 775.300 compraventas de viviendas que se operaron en 2007, el año antes de que explirase la burbuja inmobiliaria.

La venta de inmuebles nuevos bajó el 33,7%, hasta las 77.865 operaciones, y encadena cinco años a la baja. El declive de la compraventa de vivivenda nuevas ha sido casi contínuo desde 2007: aquel año se vendieron 326.382 casas nuevas, en 2011 fueron 174.299 y en 2015 se reduce el número a 77.865.

Esta caída progresiva de las operaciones sobre viviendas nuevas, según explicaron expertos inmobiliarios a 20minutos, se debe a que la construcción de obra nueva ha dejado de ser rentable (el mercado ofrece casas más baratas que el precio de levantarlas), a que su stock se ha reducido en las grandes ciudades y a que los bancos ofrecen cada vez más hipotecas para casas usadas.

En el caso de la vivienda usada, el descenso de las operaciones en los primeros cuatro años tras pinchar el ladrillo (en 2007 se vendieron 448.198, por las 185.525 de 2011), ha virado a un ascenso en los años posteriores hasta sumar 276.267 en el año pasado (78% del total), la cifra más alta desde 2007, y que representa un incremento interanual del 37,2%. Este segmento del mercado suma ya tres años en positivo. Para los expertos, el "atractivo" de la vivienda usada radica en su amplia oferta, gran parte de ella en manos de los bancos, el mayor margen de negociación en el precio y los menores impuestos con los que está gravada.

Datos anuales del INE

Por comunidades, sólo Navarra registró tasas negativas en la compraventa de viviendas, con un descenso del 1,7%. País Vasco, con un repunte del 17,2%; Aragón, con un incremento del 16,6%%, y Baleares, con una subida del 14,6%, lideraron el otro lado de la tabla.

El 89,8% de las viviendas comercializadas el año pasado era libre, con 318.055 unidades y un crecimiento del 11,1% respecto a 2014. La venta de viviendas de protección oficial subió el 10,8% y acumuló 36.077 transacciones.

Los expertos hablan de una "reactivación" del mercado, pero advierten de que para que siga la tendencia y se pueda hablar de recuperación es necesario acabar con la incertidumbre política, algo que también mencionó un estudio reciente de BBVA Research.

"Lo peor ha pasado, pero aún es pronto para hablar de recuperación. Se vende una tercera parte de lo que se compraba hace 10 años, apenas se construye y las hipotecas aún están en niveles bajos", dice la responsable de Estudios de Fotocasa, Beatriz Toribio. En su opinión, la reactivación se basa "en la reapertura del crédito y en la moderación de la caída de los precios, que en 2015 han repuntado de forma continuada en varias zonas del país".

En 2016, añade, se mantendrá la tendencia y se consolidará la normalización del sector, aunque, para ello, "es imprescindible que se mantenga la reapertura del crédito, mejore el empleo y haya estabilidad política porque la recuperación será lenta y moderada".

"Las transacciones han alcanzado un volumen razonable para la situación en la que se encuentra nuestro país", ha apuntado el director del Gabinete de estudios de pisos.com, Manuel Gandarias, quien ha subrayado que desde 2013, la compraventa de casas acumula un incremento del 30%.

En 2015, ha sido la propia demanda la que ha impulsado el crecimiento gracias a la mejora de la financiación y el ahorro previo, según Gandarias, quien ha urgido a eliminar la incertidumbre que genera la situación política porque, en este tipo de circunstancias, "los potenciales compradores, ante situaciones de este tipo, alargan su espera y dilatan su decisión de compra".

Para el jefe de Estudios de Idealista, Fernando Encinar, el hecho de que el número de operaciones cerradas en 2015 sea similar al registrado en 2011 y un 54% inferior al registrado en el pico del boom inmobiliario en 2007, "confirmaría que estamos en un proceso de normalización del mercado en vez de en los inicios de una nueva burbuja".