Que el 25% de las nuevas viviendas en la capital lusa se vendiesen a un precio controlado. Esta fue la condición que el Bloco de Esquerda impuso al socialista Antonio Costa para apoyarle en su investidura como alcalde de Lisboa. Y Costa aceptó.
Ahora la polémica está abierta, ya que los constructores tachan de ilegal esta medida.
Objetivo: habitar el casco histórico
El nuevo alcalde aceptó una de las condiciones más polémicas de Sá Fernandes que busca ayudar a habitar Lisboa, ya que la capital lusa está prácticamente deshabitada, en especial su casco histórico, que sólo cuenta con medio millón de personas residentes.
Esta medida ya ha sido contestada por los constructores civiles de Lisboa que han amenazado con recurrir a los tribunales si el Ayuntamiento lisboeta avanza con esta idea.
El presidente de la Asociación de Empresas de Construcción y Obras Públicas (AECOP), Joaquim Carlos Fortunato, indicó que "esta política sólo tiene sentido en un régimen como el que existe en Cuba".
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios