El desarrollo sexual entra en este momento en una fase de quietud, las cosas que han de aprenderse con respecto a lo social se han aprendido y ahora son el modelo perfecto de niño/niña ideal, obedientes, respetuosos... y mentirosos.

Han aprendido a esconderse y a ocultar aquello que no nos gusta de ellos. Su cerebro emocional está tranquilo, ya no hay miedos o ansiedades, saben lo que tienen que hacer y lo que se espera de ellos. Su cerebro superior está ansioso de conocimientos, quiere saberlo todo y acosa a preguntas a todos los que le rodean.

Es el momento de informar sobre todos los aspectos científicos, de suministrar todos los conocimientos para que las conclusiones a las que llegue su pensamiento sean verdaderas. El cerebro racional se rige por las leyes de la lógica, y algo lógico pude perfectamente ser falso si la premisa de la que se parte es falsa por ello es muy peligroso mentir, una pequeña mentira puede echar abajo una verdad muy bien construida, es mejor no decir nada a mentir.

Es importante informar (respetando la edad y la capacidad intelectual) acerca de todo lo concerniente a la reproducción (vale decir tanto el de dónde vienen los niños, como el cómo se hacen y cómo no hacerlos).

También hay que explicarles la función de la regla en las niñas y las primeras poluciones en los niños, el desarrollo físico y psíquico que se va a producir en la adolescencia, las otras maneras de amar (homosexualidad y bisexualidad) y los principios morales que tienen que regir cualquier conducta humana.

Es importante hablar de sexo con sencillez y sinceridad. No es bueno esperar a que pregunten; muchos niños no preguntan porque el pudor ya ha cubierto con su velo de vergüenza todos los contenidos relacionados con el sexo.

Es importante normalizar el uso de preservativos colocándolos en el mismo lugar que los tampones, las compresas y las aspirinas, acompañar a las niñas a su primera visita al ginecólogo, informar del centro de planificación más cercano al domicilio y abrir la generosidad mental con los errores sin caer en la tentación de la broma o la desvalorización.

Es el momento en el que aparecen las palabras obscenas y escatológicas, este folclor obsceno y malsonante forma parte de la cultura específicamente infantil y está en todas las culturas de la tierra. Por ejemplo, en su origen, el lobo de los tres cerditos derribaba la casita del cerdito bueno a pedos, y se trasmiten en un boca a boca secreto sin que los adultos podamos sospechar de su existencia.

Probablemente los niños aprenden mucho más de lo que creemos a través de las historias y los cuentos que les contamos en las que la sexualidad está oculta por medio de metáforas, y conscientes de esta ocultación se resisten a ser tratados como tontos o ignorantes. Por eso es importante permitirles ese juego sucio, sin dejar de educarles en el respeto. Recordemos siempre que cuando aparecen los primeros síntomas de la adolescencia (pelos hirsutos en el pubis) el momento de informar ha pasado.

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