Los trabajadores de la empresa mixta de limpieza Limasa de Málaga han lamentado la actitud de la dirección en la negociación del nuevo convenio colectivo, que sigue en el mismo punto tras la nueva reunión de este miércoles. Como novedad, la mesa ha contado con la presencia de concejales de los grupos de la oposición en el Ayuntamiento.

En concreto, del PSOE y de Málaga Ahora. IU-Málaga para la Gente no ha podido asistir y Ciudadanos ha rehusado hacerlo porque "la negociación del convenio corresponde al equipo de gobierno", ha dicho su viceportavoz, Alejandro Carballo, quien ha defendido la comisión de investigación de Limasa, donde "sí vamos a sacar la información necesaria".

Respecto a la ausencia de un representante de Ciudadanos, el presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte (UGT), ha criticado que "a los que iban a mirar por los problemas de Málaga no les interesa el convenio colectivo de Limasa, que es con dinero público".

El comité de empresa ha echado de menos también la ausencia del concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez. "Tanto que decía que quería sentarse a negociar y luego, a la primera de cambio, no viene", ha denunciado.

Pese a la sentencia del Juzgado de lo Social número 8 de Málaga que declara como único convenio colectivo vigente el de 2010-2012, tal y como defendían los trabajadores, Belmonte ha subrayado a Europa Press que "nosotros estamos dispuestos a hablar de la paga de productividad, de las vacaciones...; sin embargo, la respuesta de la gerencia es que no". "Es una actitud incomprensible", ha apostillado.

A juicio del representante sindical, "es una manera de provocarnos para que vayamos a la huelga". Frente a esto, ha reiterado que "nosotros estamos demostrando que somos los únicos que queremos llegar a un acuerdo".

La polémica en esta negociación se debe a las diferentes interpretaciones de la sentencia del Juzgado de lo Social número 8, ya que, para la empresa y el Ayuntamiento, al establecer el juez que el convenio está prorrogado, da a entender que tiene en cuenta las modificaciones posteriores, lo que evitaría, por tanto, la recuperación exigida por los trabajadores de todos los recortes de los últimos años.

Para los sindicatos, sin embargo, esa frase significa que el 1 de enero de este año tenían que haber empezado a recuperar todos esos derechos y que el punto de partida para negociar un nuevo marco laboral ha de ser el convenio original firmado en 2010.

Por el momento, desconocen cuándo volverá a reunirse la mesa negociadora del convenio colectivo. Tampoco hay fecha para la comisión en la que analizarán cada una de las sanciones impuestas por bajo rendimiento, acordada tras el paro de ocho horas que llevaron a cabo el pasado 18 de enero los trabajadores del servicio de recogida de basura.