Las bases de la CUP han rechazado apoyar a Artur Mas en la investidura como presidente de la Generalitat en una asamblea en la que han participado 1.200 personas. Tras consultar a los asistentes ha decidido seguir negociando "una alternativa" y pedir a JxSí que "se mueva" en esta cuestión, cuando han transcurrido dos meses desde las elecciones catalanas.

Cuatro eran las opciones a elegir entre la militancia, cuya decisión final no es vinculante, y se podía votar más de una. Así, la opción de buscar "una alternativa a Mas" recibió 823 votos, mientras que la de "ir a elecciones" obtuvo 574. La tercera opción más votada es la de "aceptar a Mas", con 434 apoyos, mientras que la de "esperar a después del 20-D" logró 139.

La CUP, sin embargo, se ha emplazado a seguir negociando con Junts pel Sí y también a convocar una Asamblea Nacional decisoria que aún no tiene fecha concreta.

"Continuaremos proponiendo, discutiendo, esforzándonos y sentados a la mesa hasta que definitivamente se nos ponga sobre la mesa un proceso de ruptura, un plan de choque (social) y una Presidencia que no recaiga en la persona de Artur Mas", ha dicho el diputado de la CUP en el Parlament Benet Salellas durante uno de los discursos para cerrar el Debat Nacional de la CUP en Manresa.

En la misma línea, la diputada y dirigente de Endavant —uno de los sectores de la CUP— Anna Gabriel ha confirmado que la última palabra en lo que respecta a las negociaciones la tendrá una Asamblea Nacional, pero que "a partir de mañana (por este lunes) seguiremos trabajando y proponiendo, aunque se nos ha pedido que pasemos a la ofensiva, que apretemos el acelerador".

"Queremos respuestas concretas, que se reorienten las mesas de negociación, nosotros no les pediremos que asuman nuestro programa, pero no renunciaremos a poner los mínimos necesarios para la gente de este país", ha explicado antes de puntualizar que no es la CUP la que aboga por unas elecciones en marzo.

El exdiputado David Fernàndez ha agradecido el apoyo con el que cuenta el proyecto de la CUP y ha apuntado que su formación nunca ha sido partidaria de firmar cheques en blanco, aunque ha admitido que hay una negociación "a contrarreloj y parece que el tiempo se acaba".

Según Fernàndez, "hemos venido a ganar y no fallaremos nunca a la libertad política de nuestro pueblo, ni tampoco a la justicia social y a la ruptura democrática".

La diputada Gabriela Serra ha afirmado que "nos tienen miedo porque nos quieren homologados, encorsetados y miedosos" y la CUP "no es nada de esto", y ha advertido que "CUP sólo hay una, es un puño, y en casa discutimos y somos fieles en nuestras posiciones, pero cuando salimos fuera actuamos como una única fuerza".

"Nosotros no llevamos sólo cinco años de independentismo, sino más de treinta", ha subrayado en una alusión indirecta a CDC.

Este viernes, el Parlament consideraba que la resolución independentista aprobada el 9 de noviembre expresaba solo "una voluntad, aspiración o deseo" al pedir al Tribunal Constitucional que rechace el recurso presentado por el Gobierno, y por el que se suspendió dicha resolución.