El Reino Unido expulsa a cuatro diplomáticos rusa por la negativa de Moscú a colaborar en el caso Litvinenko

  • El Reino Unido ha anunciado esta mañana que expulsará a cuatro diplomáticos rusos.
  • Moscú se ha negado a extraditar al sospechoso que le reclamaba el Reino Unido por la muerte de Litvinenko.
El ex espía Lugovoi es el principal sospechoso del crimen de Litvinenko.
El ex espía Lugovoi es el principal sospechoso del crimen de Litvinenko.
EFE
El ex espía Lugovoi es el principal sospechoso del crimen de Litvinenko.
El Reino Unido expulsará a cuatro diplomáticos de la embajada rusa en Londres y suspenderá las negociaciones que mantenían ambos países en cuanto al cambio del régimen de visados en venganza por la negativa de Moscú a extraditar a un sospechoso por la muerte de Alexander Litvinenko.

En una intervención en el Parlamento, el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, aseguró que ésa era la "respuesta apropiada" a la decisión "extremadamente decepcionante" de Rusia.

El jefe de la diplomacia británica también anunció que la cooperación con Moscú en "una gama de asuntos" sería igualmente revisada.

Miliband dijo que Rusia es un socio internacional "clave" para el Reino Unido en diversas cuestiones, como el cambio climático o la situación en Oriente Medio, por lo que las relaciones bilaterales deberían estar basadas en "la confianza y el respeto mutuo". Se trata de

la primera vez en más de una década que Londres decide la expulsión de diplomáticos rusos, desde que el Gobierno de John Major tomó en 1996 esa medida en represalia por la expulsión de cuatro miembros de la representación británica en Moscú.

El Kremlin acusó entonces a la embajada británica en la capital rusa de convertirse en un nido de espías.

Litvinenko murió envenenado después de ingerir una dosis letal de polonio el 23 de noviembre de 2006.

El asesinado era antiguo miembro del KGB, residía en Gran Bretaña y era un crítico acérrimo del Presidente Vladimir Putin.

El ex agente secreto cayó enfermo de forma repentina el 1 de noviembre anterior, el día que se reunió con Lugovói, el principal sospechoso del crimen, y con otro ciudadano ruso, Dimitri Kovtun, en el hotel Millennium de la capital británica, donde tomó té.

En una carta póstuma, Litvinenko, nacionalizado británico, aseguró que el Kremlin estaba detrás de su asesinato por haber acusado a los servicios secretos rusos de causar una serie de explosiones en un edificio de Moscú en 1999 para ayudar a Putin a llegar a la Presidencia. EFE

Moscú se ha negado a extraditar al principal sospechoso de Scotland Yard, Andrei Lugovói, también antiguo miembro de los Servicios Secretos rusos, al que el Reino Unido quiere procesar como presunto autor del asesinato.

Según la Fiscalía británica, hay pruebas suficientes para procesar al empresario y ex agente secreto Andrei Lugovói por el asesinato de Litvinenko.

Moscú niega la extradición 

La Fiscalía General de Rusia anunció este mes su rechazo oficial a la petición británica porque la Constitución de Rusia hacía "imposible" satisfacer la solicitud de extradición.

Miliband señaló hoy, sin embargo, que los acuerdos internacionales permitirían la extradición de Lugovói si viajase al extranjero.

En su intervención parlamentaria, el ministro destacó que Scotland Yard ha reunido un gran número de pruebas contra Lugovói quien presuntamente habría envenenado a Litvinenko administrándole una dosis letal de polonio 210 en un té que le invitó a tomar el 1 de noviembre pasado, el día que cayó enfermo de forma repentina.

La tetera utilizada resultó estar muy contaminada por polonio 210 y también se hallaron rastros de esa sustancia radiactiva en los aviones utilizados por el sospechoso para llegar y salir de Londres, continuó Miliband, que insistió en que el lugar adecuado para juzgar a Lugovói era la capital británica.

La expulsión de los cuatro diplomáticos, que según la BBC serían miembros del servicio de espionaje, forma parte de un paquete de acciones, que también incluye cambios en el sistema de visados y una revisión de la cooperación en "una gama de asuntos".

Esta es la primera crisis diplomática que afronta el Gobierno de Gordon Brown desde que este asumiera el cargo de primer ministro el pasado 27 de junio, en sustitución de Tony Blair.

Y no llega en el mejor momento en las relaciones entre Rusia y Occidente, después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunciara este fin de semana que suspendía la aplicación del tratado sobre Fuerzas y Armas Convencionales en Europa (FACE), considerado la piedra angular de la estabilidad del continente europeo y uno de los epílogos de la Guerra Fría.

Rusia contestará de la misma manera El Gobierno ruso ha anunciado que tomará medidas ante el Reino Unido por la expulsión de sus diplomáticos y que hará público su parecer esta misma tarde en un rueda de prensa.

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