La culpa de este mal sueño la tiene un aparcamiento en altura -3 plantas subterráneas, baja, 3 más en altura y ático- que se levanta a marchas forzadas y que, de no variar la situación, cambiará radicalmente las condiciones de vida de los vecinos de la zona.

"Que no nos tapien nuestros patios. Queremos luz, no humo", reza una de las muchas pancartas expuestas en ventanas y balconadas.

Los afectados no salen de su asombro, ya que, anteriormente, el solar de la discordia estaba ocupado por viviendas de planta baja o de un máximo de dos alturas. Actualmente, encajonada entre patios de luz, una colosal grúa apunta hacia arriba mientras operarios trabajan a toda prisa a ras de suelo.

Sin luz, con ruido y humos

Sin luz, con ruido y humos. Este es el panorama al que deberá enfrentarse el vecindario del carrer Nou de Sant Antoni y calles aledañas si la situación no cambia.

"Nuestro patio está calificado como patio de manzana no de luces. Dispongo del proyecto con su cuño del Ayuntamiento correspondiente", asevera María Asunción Montenegro, vecina afectada del número 14, "por lo tanto no pueden tapiarnos".

A su vez, los vecinos plantean sus dudas sobre el acceso y la salida para los vehículos, debido a la estrechez de la vía (5,30 metros de fachada a fachada).

"A nosotros ni se nos notificó por parte de urbanismo el inicio de las obras, como es preceptivo", apunta María Asunción. "Nos enteramos del desaguisado por los albañiles", señala todavía perplejo Juan Martínez, afectado y muy conocido en la barriada por regentar la cafetería Salvador. "Aquí ha habido mucha opacidad. Además parece que dejan correr el tiempo y siguen para arriba, para arriba".

Los que tampoco han perdido el tiempo son los vecinos: recogida de firmas, pancartas en ventanas y balcones, reuniones con el Alcalde y petición ante el Síndic de Greuges.

El Síndic con los afectados

De hecho, Antonio Verdú, jurista del Síndic de Greuges, ha elaborado un informe desfavorable para las aspiraciones de los promotores. Para empezar, se debía haber notificado el proyecto a los vecinos, ya que éstos tenían derecho a la presentación de alegaciones antes del inicio de la obra. Por lo tanto, se ha producido una situación de indefensión por lo que se deberían parar los trabajos.

A esto hay que sumar, como señala el informe del Síndic, la incongruencia del Plan General de Ordenación Urbana que permite no dejar los 18 metros de fondo que sí se requieren para edificios de viviendas. Así pues, el informe aboga por cambiar esta normativa a través de la cual los promotores, con el visto bueno del arquitecto municipal, pretenden tapiar los patios vecinales.

Solución dialogada

A pesar de que el Ayuntamiento todavía no ha contestado al requerimiento del Síndic (el plazo acabó el pasado día 6 de julio), tanto el Alcalde, Alejandro Soler, como el nuevo Concejal de Urbanismo, Alejandro Pérez, han tomado cartas en el asunto aunque todavía no aseguran nada.

Tras varias reuniones con los vecinos, donde han tomado nota de las quejas y posibles soluciones, en breve, se mantendrán una nueva reunión tras exponer la vía alternativa a los promotores.

"La única solución posible es que en nuestro patio de manzana no se construya en altura. Además reclamamos que toda la ventilación se canalice hacia la fachada y sea expulsada hacia arriba. Si no iremos al juzgado", espeta María Asunción.

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