Cristina Cifuentes: "Nuestra marca lleva a sus espaldas la sombra de la corrupción"

  • La presidenta de la Comunidad de Madrid reconoce los "malos resultados" electorales del PP: "La corrupción nos ha perjudicado muchísimo".
  • Considera que el independentismo catalán se desactivaría con "diálogo y acuerdo".
  • También afea a Aznar sus mensajes críticos con el PP: "Que salga un comunicado el mismo día en que se reúne el Comité Ejecutivo Nacional no me parece bien".
  • La presidenta madrileña cree que su partido se equivocó al recurrir la ley del matrimonio homosexual: "Yo no lo hubiera presentado".
  • "Vamos a auditar las empresas públicas y no taparé nada bajo las alfombras".
Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, en la Asamblea autonómica.
Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, en la Asamblea autonómica.
JORGE PARÍS
Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, en la Asamblea autonómica.

Cristina Cifuentes (Madrid, 1964) es la baronesa autonómica con más poder dentro del PP. Desde su llegada a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, el pasado junio, se ha convertido en un valor en alza para los populares y, principalmente, en una de las caras de la renovación del partido. En esta entrevista, realizada en la Asamblea de Madrid, Cifuentes reconoce que la marca del PP "lleva a sus espaldas la sombra de la corrupción", reclama más "diálogo y acuerdo" con los soberanistas catalanes y se reivindica como una política "de centro".

El Partido Popular, su partido, lleva cinco elecciones seguidas cayendo. Las europeas, las andaluzas, las municipales, las autonómicas y las catalanas. ¿Qué ha pasado en Cataluña, qué les ha fallado allí? ¿El candidato, la campaña, la posición de Rajoy durante estos tres años, la emergencia de otros grupos que han surgido con mayor fuerza...?

Yo nunca extrapolaría unas elecciones catalanas a unas elecciones nacionales. En el Partido Popular hemos tenido unos resultados malos, hemos bajado ocho diputados, pero en otras elecciones también habíamos bajado en resultados y en diputados, casi como ahora, y sin embargo luego sacábamos mayoría absoluta en las elecciones nacionales. En Cataluña el candidato era bueno, creo que ha tenido poco tiempo y creo que nosotros no hemos conseguido que nuestro mensaje de unidad nacional cale. Pero creo que sí hay un problema que tenemos a nivel nacional y en las comunidades autónomas y en los ayuntamientos: nuestra marca, en estos momentos, es una marca que lleva a sus espaldas la sombra de la corrupción, esto es una pura realidad. La corrupción nos ha perjudicado muchísimo. Es curioso cómo no a todos los partidos la corrupción nos afecta de la misma manera, porque en Andalucía con todo lo de los ERE allí apenas ha pasado factura.

¿Reaccionaron a tiempo en el partido?

No lo sé. Yo sinceramente creo que han pasado cosas muy graves, han pasado cosas muy desagradables y muy dolorosas para todos nosotros. Descubrir que el secretario general de tu partido estaba utilizando su puesto para enriquecerse, verdaderamente es algo muy doloroso.

¿El secretario general?

Granados, en Madrid.

Ah, perdón. Se está refiriendo al PP de Madrid.

Por poner un ejemplo. El tesorero nacional del partido, el señor Bárcenas… Yo no sé si nos han faltado reflejos, creo que cuando de repente empiezan a salir estos casos de corrupción, nosotros nos quedamos un poco noqueados y no somos conscientes de que estábamos viviendo un momento muy complicado. Hemos vivido la tormenta perfecta. La suma de la mayor crisis económica que se ha vivido en España en toda la historia de nuestra democracia unido a casos de corrupción política. Eso produce una desafección terrible en el ciudadano, y además hay que tener en cuenta que el Gobierno de la Nación ha tenido que gobernar en unas condiciones muy complicadas, tomando decisiones muy difíciles que han exigido muchos sacrificios a los ciudadanos, y eso, indudablemente tiene un coste.

Vamos a volver a Cataluña. ¿Se equivocó en su día el Partido Popular, por ejemplo, con la campaña nacional que hizo contra el Estatut, que parte de la sociedad catalana interpretó como una campaña contra Cataluña?

Las campañas que ha hecho el Partido Popular no eran 'en contra de', eran una campaña 'a favor de'.

Se recogieron firmas contra el Estatut.

Bueno, pero en realidad es que era un Estatut que lo que pretendía y lo que estaba planteando era directamente la separación de España.

Pero un Estatut que había pasado por sus trámites parlamentarios y había quedado refrendado en un referéndum.

Creo que ahí hubo una gran responsabilidad también del anterior presidente, del señor Zapatero, que llegó a decir que lo que se aprobara en el Parlamento Catalán se iba a aprobar en el Parlamento Español, luego no fue así.

Admitiendo que pueda haber eso. ¿No hay ninguna responsabilidad por parte del Partido Popular de llevarlo al Constitucional, de llevar firmas a la calle y recogerlas contra el Estatut?

Preguntarme a mí eso es saber ya la respuesta, porque yo soy una persona que por naturaleza soy autocrítica con todo, con lo que hago yo y con lo que hago bien, yo siempre digo estoy hay que hacerlo mejor. Entonces sí, evidentemente, claro, la respuesta va a ser sí siempre.

¿Hay responsabilidades en los dos lados, del PSOE de Zapatero y en el PP de Rajoy que recogía firmas?

No en la misma medida. Más que responsabilidades, yo creo que nosotros lo que no supimos es explicar bien a muchos catalanes, que nosotros no íbamos en contra de nadie, sino que lo que estábamos era a favor de la unidad de España. Quizá esa campaña se debió de hacer más en positivo.

En las elecciones catalanas, ha habido casi dos millones de votos a las dos listas claramente por la independencia. ¿Por qué cree que ha crecido tanto el independentismo en Cataluña?

Creo que ha habido una labor absolutamente sistemática de adoctrinamiento en algunos casos y sobre todo, hay un mensaje que no es un mensaje político. En Cataluña el mensaje que ha calado es el mensaje del sentimiento, que es donde se ha apelado.

¿Pero el independentismo sólo ha crecido por eso? ¿No ha crecido también porque ha visto al Gobierno de Mariano Rajoy inmóvil y casi pasivo sobre el conflicto, ahí no hay ninguna responsabilidad?

No creo que el Gobierno de Mariano Rajoy haya estado inmóvil y pasivo. Ahí sobre todo estábamos hablando de una cuestión de dinero, de que Cataluña quería más dinero, quería tener una mayor cuota de autogobierno para tener más ingresos. Al final todo eso se ha tapado o se ha cubierto con la bandera del independentismo, con la causa del independentismo, que es una causa que apela directamente a los sentimientos para vender y ha calado ese mensaje y el mensaje de 'España nos roba'.

¿Qué opinión tiene de lo que ha dicho el expresidente Aznar sobre las catalanas? Dijo literalmente, y parecía que hablaba directamente a Rajoy: “Tu rival a la izquierda queda fortalecido, tu espacio queda mermado, los secesionistas van a continuar el proceso, tu posición está seriamente comprometida”.

Las críticas se tienen que hacer donde se tienen que hacer. Que salga una carta, un comunicado, el mismo día que se reúne la Junta Directiva, el Comité Ejecutivo Nacional, que es el órgano de dirección máxima al cual el señor Aznar pertenece, pues a mí sinceramente no me parece bien. Creo que las cosas hay que decirlas donde hay que decirlas y sobre todo creo que tenemos que ser constructivos. Y ser constructivos para mí es ir a  Cataluña para hacer campaña. Ha habido muchos compañeros y compañeras que llevan allí semanas trabajando sobre el terreno, hablando con los ciudadanos. Creo que ese es el camino.

¿Pero tiene razón en algunas de las cosas que dice?

Seguro que tiene razón en muchas de las cosas que dice, y habrá otras en las que no.

¿Pero en estas concretas?

El señor Aznar a veces habla de una forma muy críptica, probablemente dando por hecho que la interpretación que se va a dar es la que en algunos casos se da. Pero yo no sé a quién se dirige exactamente en la carta. Para empezar a hablar, no comprendo bien lo que está diciendo el señor Aznar.

¿Cuál de la izquierda queda fortalecido? Parece que habla del PSOE.

Aquí ya está la primera discrepancia. Yo no creo que el PSOE haya quedado fortalecido después de las elecciones catalanas.

¿A quién se refiere entonces? ¿A Ciudadanos?

No lo sé. Si se refiere al PSOE, yo creo que no ha quedado fortalecido, porque nosotros hemos disminuido ocho escaños, pero ocho escaños sobre el mejor resultado histórico, pero es que el Partido Socialista ha disminuido cuatro sobre el peor resultado histórico que habían sacado. Como no sé a lo que se refiere, no puedo decir si estoy de acuerdo o no. Para mí en Cataluña mi rival no es el Partido Socialista. Nuestros adversarios políticos de verdad en Cataluña son aquellos que creen que Cataluña es una parte diferente de España que quiere independizarse y que no respetan, además, la voluntad mayoritaria de los catalanes que han dicho que son catalanes, pero que son españoles y que quieren seguir siendo europeos.

¿Dónde cree que acaba todo el conflicto catalán?

Es muy complicado, es un conflicto enquistado desde hace muchos años. La solución no es fácil y quien diga que tiene una solución mágica está engañando. Pero, probablemente es un conflicto que lo que requiere es muchísimo diálogo y acuerdo. Porque el problema es que mientras sigamos hablando del problema independentista de Cataluña, los problemas reales de los catalanes han pasado a un segundo o un tercer plano: el paro, la sanidad, la educación... ¿Quién se está ocupando de todo eso?

En la campaña no han hablado de ello, pero no el Gobierno saliente, sino tampoco la oposición.

A mí esto me preocupa. La principal prioridad de cualquier Gobierno es solucionar los problemas de los ciudadanos, que son: encontrar un puesto de trabajo, tener un hospital que funcione bien, que tu sanidad esté cubierta, la educación de nuestros hijos, los servicios sociales, el transporte público…

Decía antes que esto es muy complicado, pero que debiera acabar en un diálogo y un acuerdo. ¿Diálogo y acuerdo que acabaría en una reforma de la Constitución?

Bueno… o no.

¿Refrendado en un nuevo marco constitucional?

A eso precisamente me refería yo cuando hablaba de los bálsamos de fierabrás que todo lo curan. Algunos líderes políticos hablan de una reforma de la Constitución como si solamente el enunciado ya por sí fuera una especie de talismán mágico. Reforma de la Constitución, vale. La Constitución no es palabra de Dios, la Constitución no deja de ser una ley y, por tanto, se puede reformar y se debe reformar para adaptarse a la situación y a las demandas de los ciudadanos y de hecho se ha reformado en los últimos años. La pregunta no es si reformamos la Constitución o no. La pregunta es qué reforma de la Constitución queremos y dónde queremos llegar, ese es el problema.

¿Y cuál querría usted?

Yo creo en el modelo actual, yo no creo en un modelo federalista, no creo que esa sea la solución como están planteando algunos. Yo lo que sí que creo es que efectivamente la Constitución Española necesita algunas actualizaciones en algunas cosas concretas, como por ejemplo el reconocimiento en la línea de la sucesión de la monarquía española y que no haya una diferencia de sexo respecto a esa preminencia en la sucesión y probablemente habrá que reformar muchas más cosas.

¿Pero no en el sistema territorial ni en la posición de Cataluña?

Yo sinceramente no creo en un sistema federalista. A mí me gustan los sistemas federalistas fuera de España. El sistema alemán es un sistema federalista que funciona bien, el sistema norteamericano es un sistema federalista que funciona bien.

¿Por qué aquí no?

Porque el federalismo que se busca en España no se bien cuál es, porque nuestro sistema autonómico tiene mayor nivel de autogobierno en muchísimas competencias que el federalismo alemán. Nuestro sistema no se llama federalismo, es autonómico, pero de facto el nivel de autogobierno es muchísimo mayor que en otros sistemas federalistas.

¿Qué tiene que cambiar en el PP para intentar recuperar apoyo de aquí a las elecciones generales? ¿Hay algo que se pueda cambiar a menos de tres meses de las elecciones?

Siempre hay que cambiar cosas, siempre. Sobre todo, creo que tenemos que en algunos casos cambiar de actitud, recuperar esa cercanía con la gente en la calle, que no nos vean a los políticos como que estamos más preocupados en nuestras cosas internas que de solucionar sus problemas.

¿Y un viaje al centro del PP?

¿Al centro político o al centro?

Al centro político.

Yo creo que estamos en el centro.

No, en el Barómetro del CIS hay una pregunta donde le preguntan a todos los encuestados “en una escala donde el 1 es extrema izquierda y el 10 extrema derecha, colóquese a sí mismo, a los líderes, a los partidos…" ¿Sabe qué nota tiene el PP? Un 8. Eso no es el centro, eso es casi la extrema derecha, y lo dicen el conjunto de los entrevistados.

Perdóneme que lo ponga en duda. No el Barómetro del CIS, evidentemente, pero si la percepción de los españoles respecto a la ideología política del Partido Popular fuera esa, hubiera sido completamente imposible que estuviéramos gobernando con mayoría absoluta y completamente imposible digo, porque tampoco se cambia en menos de cuatro años la percepción ideológica de un partido, sea el que sea.

¿Cree que el PP es un partido de centro?

No es que lo crea, es que el Partido Popular es un partido de centro, indudablemente, claro que sí.

¿Y no es de derechas?

Es un partido de centro derecha. El problema es que en todo el espectro político del centro derecha, hasta hace muy poco, no había nada a nuestra derecha. Eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero eso en definitiva lo que significa es que nosotros aglutinamos el voto del centro y el voto de la derecha. Ahora, es verdad que han surgido algunos partidos, pero lo que estamos viendo es que efectivamente el Partido Popular continúa aglutinando ese voto de centro derecha.

Cosas muy concretas. ¿Se equivocó el PP al presentar un recurso contra la ley del matrimonio homosexual?

Yo creo que sí, yo desde luego, si hubiera tenido responsabilidades en ese momento no lo hubiera presentado.

¿Se equivocó en la promesa electoral de una reforma endureciendo la ley del aborto?

No hubo tal promesa electoral en el programa electoral de endurecer la ley del aborto, lo único que se decía en el programa electoral de manera literal es que se iba a avanzar en la protección de los menores.

¿Se equivocó en eso?

No, creo que no se equivocó. Se equivocó el señor Rodríguez Zapatero planteando una reforma de la ley del aborto que había sido ampliamente aceptada por la sociedad española. Una ley socialista del señor Felipe González que había conseguido una cosa muy importante: que el aborto, que es un tema traumático, dejara de ser un problema para la sociedad española.

¿Usted está de acuerdo en el paso que se acaba de dar sobre las menores de edad con el aborto?

Sí, siempre estuve en completo desacuerdo en que las menores de 16 años pudieran abortar sin el consentimiento paterno, o materno. Me parece un disparate que una niña, que mi hija me tenga que pedir permiso para hacerse un tatuaje o un piercing y sin embargo pueda abortar sin que yo lo sepa. Por supuesto que estoy de acuerdo en que eso es un disparate.

Ciudadanos ha concentrado en Cataluña el voto útil no nacionalista. ¿Puede Ciudadanos convertirse en el voto útil de centro y centro derecha en las generales?

Estoy segura de que eso no va a ocurrir en el resto de España.

¿Por qué?

Porque en el resto de España nosotros podemos ofrecer unos resultados, una gestión. Yo estoy gobernando con el apoyo que me dio Ciudadanos en el debate de investidura.

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