El presidente Pervez Musharraf dijo el sábado a los extremistas islámicos atrincherados en una mezquita que eligieran la rendición o la muerte, mientras crecía la preocupación por los cientos de mujeres y niños que se encuentran dentro del cercado recinto en la capital paquistaní.

"Si no se rinden, lo digo aquí y ahora, morirán", dijo Musharraf en sus primeros comentarios públicos sobre la crisis de la mezquita en Islamabad.

Recinto cercado

Cientos de tropas cercan el recinto fortificado que alberga la Mezquita Roja, o Lal Masjid, y una madrasa o colegio de niñas, donde el martes comenzaron los enfrentamientos entre estudiantes armados y fuerzas de seguridad después de meses de tensión.

El balance de muertos se elevó el sábado a 20, después de que un soldado paramilitar muriera tiroteado esta mañana, aunque el clérigo al frente del movimiento Lal Masjid, de estilo talibán, dijo que el número de víctimas era mucho mayor.

Las explosiones han abierto boquetes en los muros exteriores del recinto, y se han registrado encarnizados tiroteos, pero no ha habido un asalto. Las autoridades calculan que de 50 a 60 extremistas lideran los enfrentamientos.

Gran paciencia

"Hemos demostrado una gran paciencia porque no queremos que muera gente", dijo Musharraf a periodistas mientras visitaba la provincia de Baluchistan, afectada por las inundaciones. "Podríamos haber hecho de todo. El Gobierno tiene poder para ello, pero hay mujeres y niños", precisó.

El clérigo de la mezquita, Abdul Rashid Ghazi, ha dicho que prefiere elegir el "martirio" y ha rechazado las acusaciones del Gobierno de que está utilizando a mujeres y niños como escudos humanos.

Ghazi dijo que él y sus seguidores depondrían las armas pero nunca aceptarían ser detenidos. "Me mantengo totalmente en mi posición, las detenciones son incuestionables", dijo Ghazi a Reuters.

El clérigo dijo que tres estudiantes murieron el viernes y el balance total de muertos se elevaba hasta 80, pero el Gobierno rechazó esa afirmación.