El cierre al tráfico privado de la Casa de Campo como atajo para entrar y salir de la ciudad se producirá esta tarde, según anunciaron en rueda de prensa el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y el delegado de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo.

Salvo los vehículos de emergencias y de conservación y mantenimiento, los vehículos sólo podrán entrar a la Casa de Campo para acceder a las instalaciones existentes: el Zoo, el Parque de Atracciones, los recintos feriales y el Madrid Arena, el Lago y algunas instalaciones deportivas situadas en su entorno.

Por el contrario, ya no se podrá acceder desde el oeste, desde Pozuelo, por la puerta de Rodajos para atravesar todo el parque en dirección a la plaza de España, como hacían antes de las obras de la M-30 y la avenida de Portugal unos 3.500 automóviles diarios, según estimación del Área de Movilidad.

El alcalde aseguró que con esta medida

Para hacer efectiva esta medida, decidida hace meses y comprometida en el programa electoral para esta legislatura, el Gobierno municipal ha esperado no sólo a que estuvieran terminadas todas las obras de la M-30 y la avenida de Portugal sino también al final del juicio por los atentados del 11-M, que se celebraba hasta hace unos días en un pabellón de la Casa de Campo.

Ruiz-Gallardón anunció además que a la vuelta del verano, en dos o tres meses como máximo, el Área de Medio Ambiente, que dirige Ana Botella, presentará el Plan Director de la Casa de Campo.

Este documento definirá, entre otras cosas, las rutas ciclistas que recorrerán la zona verde utilizando las calzadas usadas hasta ahora por los coches, y el trazado de una línea ecológica de autobuses -probablemente eléctricos- que permitirá llegar hasta las instalaciones existentes.