La localidad zamorana de Toro ha sido elegida por la Fundación Las Edades del Hombre para acoger la vigésimo primera edición la exposición, según ha anunciado su secretario, Gonzalo Jiménez.

La elección se ha hecho en una "decisión compartida" con la Junta de Castilla y León, si bien Jiménez desea contar también con la colaboración de las instituciones y empresas de Zamora y Toro.

Ha recordado que Toro ha solicitado ser sede en cuatro ocasiones, la primera de ellas en el año 2001, el mismo en que se celebró la exposición en la capital zamorana.

Los criterios para la elección "son siempre los mismos", y se basan en el patrimonio y en las infraestructuras, teniendo en cuenta que "supone un movimiento importante de turismo y visitantes".

Jiménez espera la colaboración para la exposición porque es "un proyecto compartido", tras indicar que no ha hablado con las instituciones de esa provincia, ya que si no se contase con apoyo "hay un listado muy amplio" de localidades candidatas.

También ha dicho que no se pueden adelantar los nombres de otras sedes, a diferencia de cuando se definió un ciclo de cuatro ediciones en las "dos medinas", Aranda de Duero y Oña (Burgos) y Arévalo (Ávila).

La elección de Toro como próxima sede obedece a que reúne unas circunstancias históricas y una riqueza patrimonial de gran valor para albergar un evento de esta repercusión y alcance. Esta decisión contribuirá a difundir lo mejor del patrimonio que atesoran las once diócesis de Castilla y León, objetivo fundamental con el que nació esta iniciativa, favoreciendo la promoción de todo el potencial turístico y cultural de Toro.

De entre esa riqueza patrimonial de Toro destaca la Colegiata de Santa María La Mayor, que albergará la exposición en 2016. En este templo, la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Cultura y Turismo, ha invertido en la pasada legislatura más de un millón de euros en obras como la restauración de la fachada norte.

A esta actuación de la Junta, también hay que sumar otras que han contribuido a la mejora de su patrimonio, tales como el desarrollo del ARI (Área de Rehabilitación Integrada) que ha permitido la rehabilitación de 300 viviendas de su conjunto histórico y la reurbanización de plazas y calles del casco histórico.

El ARI de Toro ha supuesto una revalorización de las edificaciones de una zona declarada como Bien de Interés Cultural en su categoría de Conjunto Monumental Histórico-Artístico. También cabe destacar las obras de mejora del Paseo de El Espolón, del entorno del Alcázar o del Monasterio de las Norbertinas, con una inversión de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente cercana al millón de euros.