Los Bomberos de la Generalitat han mantenido toda la noche 90 dotaciones remojando los restos del incendio de Òdena, que desde el domingo ha calcinado casi 1.300 hectáreas y que está estabilizado.

Los equipos de extinción han remojado las zonas calientes del incendio para evitar que se reavivaran las llamas y durante la noche y madrugada no se ha producido ninguna complicación, según los bomberos, que han destacado que el incendio aún no ha entrado en fase de control.

Los bomberos están valorando la posibilidad de activar nuevamente los medios aéreos, que este martes todavía no se han sumado a las tareas de extinción.

El dueño de una finca de Ódena que trabajaba con una picadora de paja confesó el lunes haber causado el fuego de manera fortuita, al rozar la máquina agrícola una piedra que prendió el fuego.

Según las estimaciones del Cuerpo de Agentes Rurales, el fuego calcinó 1.297,75 hectáreas de cinco municipios de las comarcas del Anoia y del Bages: El Bruc (649,19 hectáreas); Castellfollit del Boix (436,82 hectáreas); Sant Salvador de Guardiola (134,83 hectáreas); Òdena (44,22 hectáreas) y Castellolí (14,67 hectáreas).

Un total de 924,52 hectáreas afectadas, el 72,25% del total, son forestales; 194,11 hectáreas son de uso agrícola; 127,73 de matorrales; 19,86 hectáreas son de pastos, otras 10,49 son de vegetación urbana y el resto corresponden a terrenos improductivos.